domingo, 8 de junio de 2014

Lo que nos dejó el Festival Eurovisión 2014 (III)

Esperamos que la espera valga la pena. Aquí los dejamos con la tercera y última parte de este análisis eurovisivo de cada una de las canciones y actuaciones presentadas en el Festival de este año. Hay mucho por destacar y criticar, así que los dejamos con nuestra reseña de lo que nos pareció el Top 10 de finalistas, no sin antes hacer mención que nuestro personal Top 20 que se presentará dentro de algunos meses, enlistará una a una las que a nuestro juicio fueron las mejores propuestas eurovisivas del 2014. Mientras tanto, pasean y lean...  





ESPAÑA.- A Ruth Lorenzo le pasó lo que a sus amigas eurovisivas en su país. Conchita Wurst fue elegida internamente, pero casi toda Austria se avergonzaba de ella y la televisora recibió las más variadas críticas ante su temerario acto de fe. A su vez, la portuguesa Suzy ganó su preselección y también fue objeto de difamaciones, muestras de odio y hasta amenazas de muerte por aquellos que no se molestaron en votar por sus “favoritos” pero que sin embargo consideraban una afrenta nacional su elección como candidata. Y ya lo decía Reyes del Amor en una columna dedicada a Massiel, la ganadora eurovisiva de 1968, siempre habrá quien tire por los suelos a la artista seleccionada “poniéndola verde, por el vestido, por el pelo, por el baile, por los dientes... por todo porque están en contra de todo”. 

Y así fue. Ruth pasó de ser la candidata española ideal hasta que presentó su Dancing in the Rain y éste no tuvo la fuerza suficiente para encandilar al gran público, como sí lo tuvo el Más/Run de Brequette, otra de los cinco artistas competidores en la preselección nacional. Pero hubo gente que se tomó la molestia y votó por sus favoritos, ganando Ruth en buena lid el televoto, no así el de los tres jurados, que cuando conviene, el público dice que saben mucho y su opinión es la única que debería contar, y cuando no, deben ser sujetos de investigación ante complots imaginarios o gustos dudosos y desfasados.

¿Fue Run mejor tema que Dancing in the Rain? Viniendo de la mano experta del sueco Thomas G:son contra la incipiente autoría de la propia Ruth, pues sí. Era mejor. Pero la de Ruth fue la mejor actuación de la gala Mira quién va a Eurovisión del 22 de Febrero. Brequette no pudo refrendar su condición de favorita, y ante una puesta en escena que no se supo vender, la murciana acabó ganando su boleto a Copenhague para pesar suyo. El aluvión de críticas no se hizo esperar, y los fans descontentos pidieron su cabeza: que si no era conocida, que si su tema era malo, que si le faltaba letra, que si era en inglés, que si tenía mala pronunciación, que si estaba pasada de peso, que si fue dedazo de la televisora, que si gritaba mucho, que esto y que si lo otro. El mal perder llevó a crear una página en internet solicitando votos para que se cambiara su designación y fuera Brequette la representante; pero de eso vemos todos los años, y como era de esperarse, no tuvo mayor impacto, aunque muchos fueron los que se subieron a ese carro de críticas contra la canción y la cantante, incluida la RAE por no defender la lengua española y enviar al concurso europeo a un tema con la mayoría de las estrofas en inglés.

¿Fue Ruth la mejor opción de España para Eurovisión? Visto lo que durante la última década acostumbraba a enviar TVE al festival, sí. Y no solo porque Ruth fuera conocida en el Reino Unido e Irlanda tras su paso por The X Factor en el 2008, o por su voz prodigiosa o su alto dominio del inglés, sino por su carácter y determinación, por saber visualizar al concurso como el más grande escaparate para su futuro musical y como un concurso en que se tiene que ir a ganar, no solo a participar. El que seas una estrella conocida internacionalmente no te asegura puntos (¿alguien dijo Bonnie Tyler?). En cambio, la chica exigió calidad desde el primer momento, y tan perfeccionista fue con su vilipendiado tema que lo regrabó una y otra vez metiéndole instrumentos, reforzando los coros, variando el idioma, restándole segundos de duración, y en fin, cambios que buscaban reforzar algo en lo que siempre creyó y que al ser de su autoría buscaría la mejor manera de hacerlo grande.

Sorprende que si artistas de pasadas ediciones se quejaban de que TVE los limitaba en cuanto a los recursos y el sentido del espectáculo que generaba su representación, la señorita Lorenzo –como le decía Conchita Wurst- se supo imponer a sus jefes y se le intentó dar todo lo que pidió. El sorprendente apoyo de la televisora quizá se debió a la exigencia de explicaciones que en materia política y económica tuvo TVE tras el fracaso de ESDM en Malmö el año pasado, pero también fue a causa de una representante que sabía cómo venderse y que como ella misma expresó entre líneas, no quería ir a hacer el ridículo. Así que dudo mucho que cualquier otro artista elegido en su lugar hubiera podido exigir lo mejor, en cambio, hubiera aceptado sin chistar cualquier idea que la televisora le hubiese impuesto.

¿Hubo promoción? No tanta como se quisiera, pero sí más que otros años. La expectativa era enorme. No solo porque Ruth había obtenido un quinto lugar en The X Factor inglés, sino porque supo venderse en los eventos necesarios para apuntalar su candidatura. El videoclip de su canción fue de los mejores este año, y aunque costó trabajo, llegó al millón de reproducciones en You Tube antes de la segunda semifinal el 8 de mayo. Ruth estuvo en Tú Cara me Suena imitando a Whitney Huston el 12 de Marzo y en ¡Mira quien Baila! el 24. Además se presentó en Amsterdam en el Eurovision in Concert el 5 de abril, demostrando sus cualidades vocales y generando la confianza en un buen resultado. Los videos de esta última aparición fueron de los más vistos, rebasando incluso a los de la candidatura armenia, y a la postre favoritos, Austria y Países Bajos.




Las fotografías más retwitteadas fueron siempre en las que aparecían Ruth Lorenzo y Conchita Wurst juntas, en plan de amigas, y a veces compartiendo instantánea con Suzy, la representante de Portugal. En varias ocasiones las muestras de apoyo a la cantante se convirtieron en trending topic en su país, y en los tops 37 de usuarios de You Tube a nivel internacional la colocaban entre sus cinco candidaturas de preferencia. Ruth brilló dando entrevistas en perfecto inglés, presentando en You Tube el 16 de abril el medley Only Eurolites, que homenajeaba a pasados temas ganadores de Eurovisión (Alemania en 2010, Suecia en 2012, Dinamarca en 2013, y España en 1968), y sus versiones de Dancing in the Rain en catalán, remix, instrumental, acústico y extendidas, dieron mucho de qué hablar y contribuyeron a promocionar la candidatura española fuera de sus fronteras.

Su actuación en el London Eurovision Party el 13 de abril, y luego en el Euroclub la noche antes de la primera semifinal, le dio el empuje para subir en las casas de apuestas, no como se quisiera, pero por lo menos refrendó la opinión internacional generalizada de que España podía hacer un posible Top 10 o hasta un Top 5 en los resultados finales. Algunos españoles, sin embargo, que desde los resultados de la preselección nacional la habían tomado contra Ruth y su candidatura, también hicieron su parte desaprobando en las redes sociales, en los portales de videos y encuestas cada decisión y aporte de la cantante en busca de cumplir su sueño de ganar el festival.

¿Y cómo respondieron las apuestas de pago con Dancing in the Rain? Mucho se ha dicho que España comenzó su andadura eurovisiva en los primeros puestos, antes de que incluso se realizara la preselección nacional, y que cuando la elegida fue Ruth Lorenzo hubo un desplome hasta mitad de la tabla, lo que lleva a pensar que la favorita internacional era la canción de Brequette. Pero esto no es completamente cierto. Ya que cuando se eligió la candidatura de Ruth el 22 de febrero, aún faltaban varias canciones por conocerse que a la postre serían las favoritas. Por ejemplo, la canción de Armenia que ocuparía el primer puesto hasta pasada la primera semifinal, no se conoció hasta el 14 de Marzo. Asimismo, el tema competidor de Irlanda se conoció hasta el 28 de Febrero, mientras que el de Rumanía se conoció hasta el 1 de Marzo, el de Azerbaiyán el 2, Reino Unido el 3, Dinamarca el 8, Suecia también el 8, el de Noruega el 15, Bélgica el 16, y Austria hasta el 18. Entonces fue lógico que los países favoritos de siempre y sedes de esas casas de apuestas, antepusieran a la candidatura española otras canciones que según iban conociéndose generaban igual expectativa.

De hecho, una vez que se dieron a conocer todos los 37 temas participantes este año, Dancing in the Rain ocupó la posición de salida número 14, delante de Italia y atrás de Austria. Con el paso del tiempo, las apuestas se fueron moviendo y se reordenaron los países favoritos al triunfo. España cayó hasta incluso la decimoctava posición, pero luego retornó con fuerza y se encontró oscilando entre el decimoprimero y decimoquinto lugar. Lo más que logró subir fue algunos días en que se coló al noveno puesto. Pero el día de la final ya se había estancado en el décimo. Y, para fomentar esperanzas, el sondeo de OGAE Poll dejó a Ruth Lorenzo en una octava plaza y el videoclip oficial de su canción en Eurovision.tv llegó a ser el quinto más visto hasta iniciada la semana eurovisiva.

¿Un tema sin dancing y sin rain? Los ensayos de Ruth en Copenhague se siguieron con especial interés, porque había mucha curiosidad sobre cuál sería a fin de cuentas su puesta en escena. La DR no había permitido a la delegación hispana utilizar lluvia real sobre el escenario, porque entre una actuación y otra solo había pocos segundos de preparación y el secado de éste en caso de que se hubiese mojado retrasaría la transmisión. Según sabemos, se barajaron varias opciones para hacer llover en el B&W Hallerne, pero ninguna era viable o quedaba bien por televisión. La DR ofreció en cambio lluvia digital a través de las leds (vean esto que se le preparó a Dima Bilan, el ganador de 2008, la semana pasada y díganme sí no se podía).

Por otro lado se prescindió del bailarín Giussepe Di Bella, que muchos lo daban como seguro acompañante de Ruth a Copenhague, explicando Ruth que nunca se había planteado la idea de realizar una secuencia de baile durante su actuación. Porque la que se tenía que lucir era ella, ella y la canción. Así que tampoco ningún pianista saldría a escena ni se montaría ninguna coreografía para la cantante, que permanecería estática sobre el escenario. De igual manera, la decisión de cambiar de vestido a última hora fue lo mejor que pudo hacer, porque el original con esas varillas metálicas alrededor del pecho y bajo el escote quedaban francamente mal, y aunque la intención era que brillarán con el reflejo de las luces, nunca lo hicieron y simulaban un rostro de búho que no venía a cuento. El haber cambiado de lugar a las cuatro coristas sigue suscitando debates, pues en los primeros ensayos aparecían con Ruth en el escenario, un poco más al fondo pero a su lado. Y según se ha visto en los videos, en algunos momentos cuando la iluminación no caía sobre ellas parecían manchas negras en las tomas abiertas. Así que el equipo de Ruth tomó la determinación de alejarlas lo más posible del escenario y colocarlas a la orilla derecha de la estructura de leds, ocultas en la oscuridad.




¿Se cumplieron las expectativas? No, para los que aseguraban que la apuesta española volvería a ser bottom o que Ruth quedaría clasificada a mitad de la tabla, porque su canción era horrible y anticuada, porque ella gritaba mucho, porque tenía unos movimientos de cabeza muy abruptos y porque Brequette debería haber ido a Copenhague. Para ellos que esperaban su caída, las expectativas no se cumplieron, y por supuesto siguen y seguirán despotricando contra ella. “Por todo porque están en contra de todo”. Para los que tenían esperanzas del triunfo o del regreso a un Top 5, tampoco habrán quedado satisfechos. Porque para ellos Ruth se merecía ganar, era la mejor voz del festival, trabajó mucho en su candidatura, y más países debieron votarla. Para los conformistas –en el buen sentido del término-, que sabían que el triunfo lo tenía difícil y que solo esperaban el regreso a un Top 10 y que la actuación estuviera a la altura y fuera de “proyección internacional”, como la chica prometió, deben sentirse contentos. Ruth le dio a España otra décima posición, la tercera en los últimos 10 años, y también las mejores que se han obtenido en la década.

Para mí, la delegación española me quedó a deber… Apoyé a Ruth desde antes que se conociera que había sido elegida como precandidata a Eurovisión por España, la apoyé en Mira quién va a Eurovisión y en cada cosa que hacía a favor de su candidatura. Recuerdo que cuando se publicó el videoclip oficial de su canción, con los nuevos arreglos y el cambio de versos del español al inglés, con la belleza de las imágenes mostradas, lloré de emoción. Sí, y no me da pena admitirlo. Es lo que te pasa cuando te encariñas con algo o alguien que es bastante criticado y después calla bocas con un producto de buena factura. Desde ese entonces le vi posibilidades a Dancing in the Rain de hacer un buen papel en el festival. Obvio nunca pensé que ganaría, hay muchos intereses en juego, pero sí que podría ser una verdadera contendiente a los primeros puestos. Sufrí con las votaciones, cuando España nomas no acababa de afianzarse dentro del Top 10, y celebré y lloré cuando llegaron esos 4 puntos del último jurado y supimos que Ruth se había colado en el último momento al décimo puesto.

Pero bueno, hubo un sabor agridulce en ese “triunfo”, porque por un lado sabía que la chica se lo merecía por todo lo que trabajó, pero por otro, su actuación y la puesta en escena no fue tan buena como se prometió y me quedé con ganas de más. Y es que como alguien dijo en las redes sociales, Ruth no solo representaba a España, sino a todos los países de habla hispana, incluida América latina, aunque cantara mayoritariamente en inglés o no hubiera lluvia física en su actuación.

El destino quiso que la propuesta española tuviera la fortuna de actuar en un buen puesto, el decimonoveno, entre temas más comerciales y rítmicos como los de Finlandia y Suiza, que potenciaron su balada e interpretación. La dirección de cámaras, sin embargo, la perjudicó bastante al estar en constante movimiento y perderse los grandes detalles que Ruth aportaba a su actuación. Quizá con otro tipo de edición, hubiese quedado casi perfecto. Veámoslo de esta manera: La propuesta española se inicia con un rayo de luz cayendo sobre la intérprete, mientras el ruido de la lluvia comienza a escucharse y una toma fuera de foco se va acercando a Ruth, se oye el ruido de un trueno, la toma se estabiliza en su primer plano y ella levanta la cabeza para empezar a cantar. Después viene el plano cenital desde el que se ven las gotas de lluvia –digital- cayendo sobre el escenario, mientras que el piso de leds recrea la ilusión de encharcamientos. Luego regresamos al plano general desde el que comienza la coreografía de tomas desde diversos ángulos del escenario, a veces muy inspiradas pero otras poco resueltas con ganas de fregar la actuación.

Puntualicemos los detalles. Si se le quitaron a la canción cerca de 10 segundos para que fueran estos aprovechados en la presentación con el inicio de una tormenta, ¿por qué pasaron desapercibidos? El trueno apenas se oyó y los fondos oscuros con lluvia digital no cambiaron para nada hasta el final de la canción. Y he aquí el talón de Aquiles de la delegación española año con año. Nunca saben qué fondos poner. Por otra parte, ¿no hubiera sido mejor comenzar la actuación con un ruido de trueno ensordecedor mientras los fondos proyectaban los rayos de una tormenta al momento que empieza a oírse el sonido del aguacero? Se hubiera empezado con fuerza y captado la atención de la audiencia desde el primer momento. Luego, con el sonido del piano entrando se haría la toma cenital con las gotas de lluvia cayendo mientras Ruth empieza a cantar y la cámara sigue la caída de las gotas hasta visualizar con más detalle la cola de su vestido imbuido en el piso encharcado, corte a plano general para ver a Ruth cantando, y en el transcurso de la canción se podrían ir haciendo variaciones con los fondos y juegos de luces.

¿No les hubiera gustado que después del primer “dancing in the rain, dancing in the rain” lento, la iluminación se tornara más cálida, la lluvia cesara en su fuerza y los fondos proyectaran un cielo estrellado o las luces cayeran cual estrellas fugaces que utilizó Conchita Wurst en la primera mitad de su canción? Después, en el primer “deja caer, deja la lluvia caer”, hubiera otra variación como el fondo de farolas de Molly, la representante inglesa, subiendo encendidas en plano abierto. Y luego, en el clímax de la canción, la lluvia volviera a cobrar fuerza, en un plano en picado que hicieran lucir el agua de los contenedores que rodeaban al escenario, Ruth en una toma echando la cabeza a un lado para que el pelo mojado volará por el aire salpicando con su humedad en cámara lenta (así como una de las bailarinas lo hizo en el entreacto de Emmelie De Forest cuando interpretaba Rainmaker), mientras una caída en cascada de fuegos artificiales plateados cerrara la actuación. Pero bueno, son ideas mías, y como dijera el buen William “hijas de un cerebro ocioso”, jaja.

Lo que sí fue real y no lució, por ejemplo, fueron esas ganas locas de querer mostrar el escenario a cada momento con tomas desde varios puntos que en muchas ocasiones no venían a cuento y que le restaron intimidad a la canción. El primer golpe de cabeza lo hacen en una toma alejada, cuando se requería al menos un primer plano para que esas gotas de agua contenidas en su pelo volarán por los aires (este era el momento de la cámara lenta); el primer estribillo (“dancing in the rain…”) pierde su fuerza porque se hace en plano alejado con la cámara acercándose por un extremo al escenario, por lo tanto nunca se ve a Ruth cantarlo con su potente voz; el tiro del pie de micro (su as bajo la manga) lo hicieron en primer plano cuando se requería plano medio para poder apreciarlo en su naturaleza; y luego, la única vez que ella se mueve caminando hacia adelante, la cámara se la pierde por estar tomando en plano general a la Green Room frente al escenario. Llega después el final de la canción con el “aunque llueva y nos mojemos…”, hay un plano medio de Ruth que requería captar toda la intencionalidad expresiva de la frase y fue cortado por un plano general alejado, sin olvidar por supuesto el último golpe de cabeza en primer plano que por un corte de edición a plano general se volvió a perder por televisión.




En fin. Pese a la realización y a la carencia de fondos en las leds, Ruth Lorenzo brilló como una verdadera artista y demostró sus tablas, llenando ella sola el escenario, que pese a su grandeza nunca le quedó chico. El 12 de Albania no tuvo que haber sido el único que le llegó, y aunque se esperaba algún punto de Austria dada la afortunada amistad con Conchita, o de Italia y Portugal dada su vecindad, estos tampoco llegaron. Lo de la soberbia Italia se entiende, porque los españoles siempre están dándole sus mejores puntos en Eurovisión y a cambio casi nunca reciben votos de igual manera, lo que cabría reflexionar es si se debe jugar con estrategia o no en estos casos. El “hoy por ti mañana por mí” que tanto aplica en países nórdicos y del este, de ser utilizado en igual correspondencia por España, llevaría a sus representantes a ser mejor valorados por sus vecinos año con año. Y bueno, el que Ruth no hubiese recibido ningún voto de Portugal gracias a que el jurado la colocó como la “quinta PEOR actuación” de la final, también merece un estudio, no porque estén como vecinos obligados a votarse entre sí, que esto siempre ha sido un lastre en el Festival, sino porque la UER debe monitorear bajo qué criterios votan los “jurados expertos” en cada país, y aunque el televoto es impredecible, lo ocurrido con el jurado portugués en este caso lleva a pensar que alguien no está haciendo bien su trabajo.

Ya aquí en los 15 Mitos para ganar Eurovisión nos referíamos a esa máxima de “desconfiad de tus vecinos”, porque España tampoco dio ningún voto a Portugal cuando éste más lo necesitó en aquel lejano 1996 para llegar al tercer puesto de su clasificación, y tampoco se los ha dado en otras contadas ocasiones, así que para lo sucedido con Dancing in the Rain no cabe otra sospecha que acusaciones de envidia o venganza por parte del jurado luso, pues el televoto portugués si clasificó a Ruth como la tercera mejor actuación de la noche. Afortunadamente la transparencia de datos proporcionados por la UER ha hecho bajar los índices de sospechosismo y a su vez, señalar con el dedo a cuáles y a quiénes se debe tener en la mira la próxima edición.

Como señala el portal de eurovisión-spain.com, “además de los 17 países que sí la votaron, España estuvo a punto de recibir votos de otros cuatro países, FRY Macedonia, Finlandia, Hungría y Países Bajos, al ocupar el puesto 11 en el sistema mixto de votación”, lo que nos lleva a imaginar que con esos 4 puntos más un deseable 12 de Portugal, Ruth Lorenzo hubiera podido alcanzar perfectamente los 90 puntos y hoy estaríamos hablando de una séptima plaza conseguida, la mejor de España desde el 2002. Pero el “hubiera” no existe, así que es mejor ser realistas, y solo nos queda esperar que TVE siga apoyando a los artistas que elige para el concurso, que apueste por lo mejor, que vaya con actitud de triunfo y no solamente a pasar lista. Y si en verdad Ruth se presenta para el 2017, lo haga con una mejor canción y una mejor puesta en escena. Porque la capacidad y la experiencia ya la tiene, y sería una delicia que fuera precisamente ella, la que le dé a España una tercera victoria en Eurovisión.


Canción: Dancing in the Rain (Bailando bajo la Lluvia)
Intérprete: Ruth Lorenzo
País: España
Lugar obtenido: 10mo. Lugar
Puntaje: 74 puntos






DINAMARCA.- Si el año pasado Suecia como anfitrión prometía quedar dentro del Top 10 y al final acabó en un decimocuarto puesto, este año el país anfitrión sí cumplió los pronósticos que le auguraban un lugar dentro de los diez más puntuados. Y es que desde el Melody Grand Prix danés, Basim conquistó con su encanto, su cara de chico bueno con ángel, y una canción como deja vú que entre diez temas no especialmente buenos resultó como un soplo de aire fresco entre tanto olor a naftalina, en el que las mejores canciones fueron los temas eurovisivos de Rollo & King en 2001, Hot Eyes en 1988 y Birthe Kjær en 1989 (increíble que esta mujer sigue estando igualita tras 25 años de su participación) que se presentaron en el medley del entreacto. Cierto que Cliche Love Song suena a tema de Bruno Mars (y de hecho algunos de sus movimientos son imitados por Basim, vean sino el video de Treasure y díganme si me equivoco, al menos no con la iluminación), pero tuvo una atracción especial que conquistó corazones más allá de su frontera.

La apuesta danesa no pasó por semis, así que su posición de salida en las apuestas de pago fue la 12, y cuando países que estaban por delante de ella, como Bélgica, Rumanía, Alemania o Azerbaiyán fueron descendiendo escalones, Dinamarca se coló al Top 10 y de ahí ya no salió. Antes de las semifinales hacía Top 6, pero tras la sorpresa escénica de Austria y Países Bajos, acabó en 8vo. puesto. La OGAE había finalizado también dándole el decimosegundo lugar. Así que su futuro sobre hacer Top 10 estaba en juego. El comienzo de las votaciones no ayudó mucho a despejar esa duda, ya que los daneses se iban quedando rezagados en la tabla, y luego a la mitad, pero no fue sino hasta la votación del país número 18 (Suecia) que con 8 puntos lanzó a Basim a un paso del Top, y luego otros 8 puntos de Alemania lo metió al noveno lugar. El antepenúltimo país en votar (Suiza) había dejado a España en el puesto 11 y a Dinamarca en el 12. Luego llegaron los votos de Georgia que en nada cambió la situación de ambos países. Y el último en votar, Eslovenia, les dio un final de infarto tanto a Basim como a Ruth Lorenzo, porque a España le dio 4 puntos y a Dinamarca 6, haciendo cambiar el marcador y metiendo a ambos en el Top 10 con la misma cantidad de puntos, 74.

La puesta en escena fue efectiva, elegante en su iluminación y el vestuario trajeado pero desenfadado. Sus bailarines se lucieron junto a él y todo el conjunto brindó una actuación amena y carismática. Pero las reglas son las reglas, y al ser votada la propuesta danesa por un país más que los votantes a España, Basim se coloca en la novena posición. Pero ¿fue mejor la actuación danesa que la española? No, porque no se corrió ningún riesgo. Basim jugaba en casa, con todo lo que ello implica. Su tema era tan llamativo como comercial, y enganchaba a la primera oída. No tuvo grandes demostraciones de voz ni a los eurofans de su país volcados contra él. Este chico caía bien, y al ser su canción de las favoritas jugaba a lo seguro. Pocos méritos para valorar el esfuerzo, pero a pesar de ello, quedar dentro de los 10 mejores, sí que se lo merecía. Y yo lo aplaudo.


Canción: Cliche Love Song (Típica Canción de Amor)
Intérprete: Basim
País: Dinamarca
Lugar obtenido: 9no. Lugar
Puntaje: 74 puntos






NORUEGA.- La balada más intimista de las varias que se presentaron este año en el Festival fue precisamente el Silent Storm noruego. Para muchos una obra de arte, para otros, un plomazo de los grandes. Para mí, una cruza entre ambas. Y es que el tema es de esos que sabes que tienen qualité como esas películas contemplativas, son bellas, pero jamás volverías a repetir. Y bueno, entre otras opciones del Melody Grand Prix noruego que olían a bottom desde el primer momento (del que quizá solo se hubiera salvado Elisabeth Carew con Sole Survivor y una buena puesta en escena), se eligió a la mejor opción.

Noruega comenzó su andadura por las casas de apuestas como clara favorita para hacer Top 5, de hecho debutó en el 4to. lugar, pero la oronda figura del cantante y la lentitud del tema hicieron a muchos compararlo con el belga Axel Hirsoux, y llevaron a la gente a pensar en un principio que alguna de las dos propuestas quedaría en semifinales mientras que la que pasara sin duda se encontraría como favorito al triunfo. El resultado fue precisamente ese. Bélgica no pasó su semifinal, y Noruega sí lo hizo con la suya, acabando en la posición número 6. La OGAE Poll le reservó el séptimo puesto, y tras las semis que tanto daño causaron a algunos “favoritos”, Carl Espen se posicionó según las casas de apuestas en el noveno lugar, que lo dejaba en una posición de incertidumbre.

Su actuación en la final fue la quinta de la noche, entre las sobrevaloradas propuestas de Islandia y Rumanía. Y sin duda fue de las mejores, porque logró captar la atención de los votantes con una iluminación adecuada y una realización de cámaras que destacaba por sus acercamientos a su rostro, iluminados por esos ojos verdes en los que se desbordaba la imagen de tipo duro con sentimientos. Con poco construyó una atmósfera emotiva, que jamás aburrió al espectador y eso el público presente en el B&W Hallerne se lo premió a mitad de la canción con sonoros murmullos y aplausos. Era hasta el momento la mejor actuación de la gala, pero todavía quedaban otras 21 canciones por delante.

Como se supo después, los jurados internacionales colocaron en su lista de preferencias a Dinamarca en el número 9, a España en el 10, a Noruega en el 11 y a Ucrania en el 12. Mientras que el televoto puntuó a Ucrania en el 8, a Dinamarca en el 13, a España en el 15 y a Noruega en el 17. Por lo tanto, la combinación de ambos raking le aseguraron al país nórdico la octava plaza, eso sí, sin ninguna máxima puntuación de países contendientes en el festival. El carpintero noruego no pudo darle el triunfo a su país el año de su aniversario nacional, pero sí logró darle una de las mejores posiciones de la última década, y como no, una de las representaciones de las que más orgullosos estarán.


Canción: Silent Storm (Tormenta Silenciosa)
Intérprete: Carl Espen
País: Noruega
Lugar obtenido: 8vo. Lugar
Puntaje: 88 puntos






RUSIA.- Este fue el último país en presentar su candidatura al Festival de este año. Los planes para una nueva preselección nacional no llegaron a buen puerto, así que parece ser la televisora rusa agarró lo primero que tuvo a mano y escogió como sus representantes a las gemelas triunfadoras de EuroJunior 2006, solo que estaba vez ya no tenían nueve años, sino diecisiete, y como tampoco había una canción “digna” en la que se hubiera pensado, acabaron dándole cualquier tema pop con posibilidades, y entre tantas prisas e improvisaciones, video (primera versión) y canción se presentaron el 25 de Marzo, es decir, un mes casi exacto antes de pisar la primera semifinal del 6 de mayo.

Como gran potencia eurovisiva gracias a sus numerosos aliados, Rusia debutó en las casas de apuestas directamente en la octava posición, y la OGAE Poll la dejó en la decimonovena plaza, por detrás de Azerbaiyán y antes de San Marino. Las críticas que recibieron las gemelas rusas de los eurofans occidentales fueron en su mayoría por motivos políticos, a causa del país que representan, y desde luego, por llevar un tema tan poco complicado y algo alejado de las potentes baladas de Dima Bilan o el What If de Dina Garipova el año pasado, que hicieron a muchos pensar que por primera vez en su historia Rusia podría quedarse en semifinales. Pero como sabemos esto no ocurrió, y aunque nadie se esperaba las rechiflas y abucheos que se manifestaron en el B&W Hallerne cada vez que el nombre del país asiático era mencionado, Rusia no solo pasó a la final, sino que acabó con ayuda de sus vecinos en un sorprendente 7mo. puesto cuando hasta en las casas de apuestas ya había descendido hasta el decimoctavo lugar.

Ese inicio de la actuación, con las gemelas subidas en un balancín y unidas por el cabello rubio ha sido muy criticado, pero en Eurovisión ha habido cosas peores así que esto es una nimiedad, de igual manera se esperaba más de la participación del cantante portugués Rui Andrade, cuya aparición quedó reducida a hacer algo que cualquier técnico danés hubiera hecho, y esa esfera dorada armada sobre el balancín -que en los ensayos dio mucho de qué hablar- brilló como el Sol (guiño a la letra de su canción) con ayuda de los reflectores de luz que salían de la estructura de leds en el escenario, además el uso del hielo seco daba la impresión en algunas tomas de que las gemelas estuviesen cantando sobre las nubes. En conclusión, la actuación ni fue tan mala como se sospechaba ni la canción tan buena para hacer Top 10. El jurado dejó a Rusia en el número 13 de su raking, y el televoto en el número 6, pero no nos engañemos, de los 89 puntos recibidos, 46 puntos vinieron de los países del este (Ucrania, Armenia, Moldavia, Georgia, Bielorrusia y Azerbaiyán, dándole estos dos últimos sus 12 máximos puntos).


Canción: Shine (Brilla)
Intérprete: Hermanas Tolmachevy
País: Rusia
Lugar obtenido: 7mo. Lugar
Puntaje: 89 puntos






UCRANIA.- La OGAE Poll situó a Ucrania en un sorprendente vigesimotercer puesto, y no podían haber estado más equivocados, pues aunque aquí dijimos que una canción que se llamase Tick Tock no podría ganar el festival, las casas de apuestas en consonancia con la trayectoria del festival la marcó en el décimo lugar como puesto de salida, y ya nunca salió de ahí, al contrario, subió posiciones hasta alcanzar incluso el Top 4. Pero no todo fue tan fácil para su representante. 

Maria Yaremchuk fue posiblemente la cantante más guapa del festival de este año, y aunque mencionó que intentó cambiar la canción con la que había ganado la final nacional, por otra menos “comercial” y a tono con la realidad política de su país, le fue negado el canje, y ella y su equipo se tuvieron que poner a trabajar planeando una puesta en escena que compensara la frivolidad de su canción. El video oficial del tema se coló también dentro de los 10 videoclips más vistos en Eurovisión.tv, ocupando la octava posición, y cuando se observó que en los ensayos la delegación ucraniana utilizaba a un hombre dentro de una rueda de hámster muchos fueron los que se lanzaron a criticarla. Ahora todo dependía de lo que presentarán por televisión en la primera semifinal: su confirmación como favorita o la caída en las apuestas. 

El as en la manga fue la estupenda realización de cámaras de la televisión danesa, pues nadie se esperaba que hiciera un excelente trabajo con la puesta en escena de Tick Tock, que marcará sin duda un antes y un después en lo que se puede hacer en cuanto a planificación técnica para presentar una simple canción (cuando menos en el inicio de la actuación, con esa toma de 180° que pasa por encima de la rueda para llegar de un extremo a otro.) El día de la final Ucrania se encontraba en el Top 6 de los apostantes, y aunque fue la canción número 1 con la que se abrió el concurso, el público la recordó tras otras 25 actuaciones y novedosas formas de vender una canción. El televoto, se entiende, dejó a Ucrania en octava posición de su raking, pero el jurado de expertos le reservó el puesto 12, prefiriendo el Tick Tock por delante de temas como los de Reino Unido, Grecia, Montenegro, Italia y Suiza. ¡Qué alguien me explique! De todos modos, ningún doce le cayó a Maria, y solo Azerbaiyán, Italia y Moldavia le dieron sus dieces, hubo aun así muchas puntuaciones del 5 al 8, que la colocaron en la nada despreciable sexta posición.


Canción: Tick Tock
Intérprete: Maria Yaremchuk
País: Ucrania
Lugar obtenido: 6to. Lugar
Puntaje: 113 puntos






HUNGRÍA.- András Kállay-Saunders es hijo de la modelo húngara Katalin Kállay, de ascendencia noble, y del cantante de soul y productor estadounidense Fernando Saunders. András nació en Nueva York en 1985, así que este cantante, que partía como uno de los favoritos en Eurovisión, y con la etiqueta del chico más sexy del festival de este año, comenzó su andadura por las casas de apuestas ingresando de lleno en el Top 6, mientras que la OGAE Poll lo situó en el segundo lugar, y su videoclip era el decimoquinto más visitado de Eurovision.tv en su cuenta de You Tube. 

Hungría terminó la semifinal 1 conquistando la medalla de bronce, tras Suecia y Países Bajos, segundo y primer lugar, respectivamente. Y con grandes expectativas para la final, le tocó salir al escenario en una buena posición, la 21, después de Suiza y antes de Malta, dos apuestas muy débiles de cara a las votaciones. La propuesta húngara sobre violencia doméstica caló hondo en los votos de los jurados, que la dejaron en el cuarto lugar de sus preferencias, mientras que en el televoto, de esos resultados que no te esperas viniendo de ahí, solo llegó a alcanzar el décimo lugar. Afortunadamente para András, la suma de ambos puntajes (incluido el 12 de Montenegro) lo dejaron cumplir las expectativas que de él se tenían finalizando en la quinta plaza, la segunda mejor posición de la trayectoria húngara desde aquel 4to. puesto logrado en 1994. 

En el A Dal 2014, la preselección nacional, quedaron buenos temas que podrían haber tenido cierto éxito en Eurovisión, como el It Can’t be Over de Fool Moon, The Last One de New Level Empire, o el We All de Bogi. De todos modos, Running fue la mejor opción visto lo visto, y es que no solo el chico encantó por su físico, aunque su vestuario no fue el mejor para el escenario, pero aun así, iba acorde al mensaje de su canción. La puesta en escena fue efectiva, dramatizando la pelea de una pareja de padres mientras él representaba a tantos hijos sin rostro que sufren de este tipo de violencia en sus hogares. Dos años seguidos ha quedado Hungría en el Top 10, ¿lo conseguirá también el año próximo? Ya lo veremos.


Canción: Running (Corriendo)
Intérprete: András Kállay-Saunders
País: Hungría
Lugar obtenido: 5to. Lugar
Puntaje: 143 puntos






ARMENIA.- Desde su debut en 2006, a Armenia le llevó 5 años salir del tan anhelado TOP 10 de resultados eurovisivos, y en su sexta participación, se encontró con el escaso apoyo del público que la dejó morir en semifinales en 2011. Al año siguiente la AMPTV decidió no participar, y en su regreso en 2013 se encontró clasificándose a la final pero terminando en la posición número 18. Por lo tanto, este año la televisión armenia prescindió de preselecciones y eligió internamente al showman Aram MP3 para representarla. Por supuesto la elección no podía haber tenido mejores resultados. Ya que la candidatura se colocó como la principal favorita de las casas de apuestas desde el primer momento en que se lanzó la canción y videoclip oficial el 14 de Marzo, desplazando al segundo lugar a la candidatura sueca. A esas fechas todavía faltaban algunos videos por develarse, entre ellos el de Ucrania, Noruega, Austria y Rusia, pero el video de Not Alone se encontró de la noche a la mañana siendo el más reproducido en la cuenta oficial de Eurovisión.tv en You Tube.

Siete semanas consecutivas estuvo liderando la canción armenia las casas de apuestas, hasta que acabó la primera semifinal y se vio que ni la canción en vivo adquiría la fuerza del video ni la puesta en escena había sido la más adecuada, así que, intercambió posiciones con Suecia, que ahora quedaba en primer puesto. Tras la segunda semi, Not Alone otra vez volvió a bajar hasta llegar al cuarto lugar de preferencias. La OGAE Poll de por sí había sido escéptica con un probable triunfo de Aram, y lo dejaron ocupando la sexta plaza. Su condición de favorito ya no pudo ser sostenida tras las puestas en alza de las candidaturas austriaca, holandesa y sueca, y quizá las desafortunadas declaraciones en contra del travestismo de Conchita Wurst y la reconciliación fingida que llegó después, quizá su falta de feeling para con el espectador, quizá el haber actuado él solo en el gigantesco escenario, quizá su desafortunado vestuario, la posición siete en la que actuó y las altas expectativas que de él se tenían, todo eso le pudo pasar factura y acabó haciendo TOP 4, no tan malo, pero para nada satisfactorio cuando llevas mes y medio con la etiqueta de ser el próximo ganador de Eurovisión.

Para el televoto la candidatura armenia fue la tercera mejor de la final, mientras que para el jurado fue a quinta. Los tan esperados 12 puntos solo llegaron de Francia, Austria (¡!) y Georgia, aunque eso sí, Not Alone ya se coloca en la trayectoria de Armenia en el festival como el mejor resultado obtenido por el país, un 4to. lugar que también conquistó el rítmico Qélé, Qélé de Sirusho en 2008, pero ella lo logró en una competencia de 25 países, contra los 26 de Aram. El año que viene ¿Armenia vendrá por la victoria? Ya lo veremos.


Canción: Not Alone (No estás solo)
Intérprete: Aram Mp3
País: Armenia
Lugar obtenido: 4to. Lugar
Puntaje: 174 puntos






SUECIA.- Sigo creyendo que hubo mejores canciones que Undo en el Melodifestivalen 2014, de todos los tipos, pero que hubieran podido dar un soplo de aire fresco a un festival lleno de tantas baladas. Pero bueno, el triunfo de Sanna Nielsen en el Melodi, en su séptimo intento por representar a su país en Eurovisión fue la correcta, pues no solo debutó como favorita en las casas de apuestas hasta la elección del tema armenio, sino que ganó la encuesta OGAE Poll de los clubs eurofans y su condición de favorita volvió a ser reafirmada tras la primera semifinal, liderando de nueva cuenta las apuestas y manteniéndose ahí hasta su actuación del sábado 10 de mayo. La actuación de la Nielssen fue de una elegancia y finura tremenda, aunque jugando en la arena de sus vecinos daneses nunca se imaginaría que una maldición oculta pesaba sobre su candidatura.

Y es que cuando la delegación sueca pidió a la TV danesa colgar del techo los móviles de cristales en línea que habían estado presentes durante el Melodi, la DR no se los permitió, y luego, para variar, durante el último ensayo que sería evaluado por los jurados de cara a la primera semifinal, uno de los 18 cañones de luz utilizados para la puesta en escena no funcionó, restándole paridad al conjunto y aun así se mandó a las votaciones internacionales. Después, ya en la actuación de la semifinal del 6 de mayo, la producción danesa casi se carga el espectáculo cuando se salieron de su posición original unos retablos de leds de la estructura metálica en plena actuación de la cantante, y aunque hubo intentos de algún técnico por arreglarla en el momento, no se pudo hacer nada y el hueco salió en cada toma de la transmisión. Posteriormente, en el sorteo para saber en qué mitad de los dos rondas de actuaciones estaría, la Nielsen tuvo la mala fortuna de elegir la cinta que la haría actuar en la primera parte de la gala, donde casi nunca ha ganado ningún eurovisivo.

Pero bueno, visto lo bien que en 2013 se portó la tv sueca con la delegación danesa para alfombrarle el piso hacia la gloria, era el momento de cobrar y el ya clásico “hoy por ti, mañana por mí”, volvió a hacer efecto en la producción, y no solo se le dio a la Nielsen el puesto de actuación 13, es decir, el último de la primera mitad, para que se tardará lo más posible en salir al escenario, sino que el día de la final este hecho se pasó por alto y contra toda alevosía y ventaja se pasó a la sueca con los intérpretes que saldrían en la segunda parte. ¿No lo notaron? Pues así fue. Después de la actuación número 12 que correspondió a Alemania, la producción enlazó con el presentador Nikolaj Koppel que invitó al público a comentar el festival vía twitter y luego hubo tiempo para otra semblanza del libro de récords de Eurovisión, después se volvió a los otros dos presentadores Lise Rønne y Pilou Asbæk, que se maravillaron por la cantidad de asistentes en B&W Hallerne, las cámaras hicieron unas tomas de diferentes grupos del público y luego por fin Lise y Pilou presentaron a la siguiente competidora con los honores que a nadie más le tocaron. Daba así inicio la segunda mitad de la gala. Y lo más sorprendente, ¡ninguna delegación se quejó!

Por suerte la presentación de Sanna no adoleció de fallas y pudo brindar una enérgica y emotiva interpretación de un tema que fue criticado por su traducción al inglés y falta de sintaxis en su estribillo con las palabras Undo my sad (Deshaz mi triste), que correctamente debería haber quedado como Undo my sadness (Deshaz mi tristeza), por lo que a días de la semana eurovisiva salió una nueva versión a la que se le agregó Undo my sad love (Deshaz mi triste amor). Los jurados puntuaron a la canción sueca en su tercer lugar de preferencia, y el televoto en el cuarto, por lo que la combinación de ambos raking dio como resultado un tercer puesto para Suecia, que viene siendo el sexto de su histórica trayectoria y el segundo en los últimos 18 años, entre los que se asientan las victorias de 1999 y 2012.


Canción: Undo (Deshaz)
Intérprete: Sanna Nielsen
País: Suecia
Lugar obtenido: 3er. Lugar
Puntaje: 218 puntos






PAÍSES BAJOS.- El dúo conformado por Ilse DeLange y Willem Bijkerk no son ningunos improvisados, ya que tanto Ilse como Willem -conocido artísticamente como "Waylon"- son artistas consagrados en solitario en los Países Bajos (DeLange tiene una discografía de 7 álbumes de estudio y Waylon un exitoso álbum en 2008), y tras un concierto en el que coincidieron a mediados del año pasado surgió la idea de grabar un disco juntos, lo que los llevó a Nashville en Estados Unidos, donde ambos ya habían estado de gira años atrás, para preparar su primer álbum (en el que se incluirá Calm after storm). El 25 de Noviembre de 2013, la NPO eligió internamente a Ilse y Waylon como los representantes holandeses para Eurovisión, y ellos a su vez eligieron la canción con la que participarían, uniéndose bajo el nombre de The Common Linnets ("Los Pardillos Comunes"), en honor a las aves nativas de Holanda.

En un inicio, el estilo de folk country del tema no llamó demasiado la atención a los eurofans, pues es un estilo que casi nunca se oye en el festival y que rara vez resulta. Sin ir más lejos, el video oficial del tema nunca llegó a estar dentro de los más reproducidos, alcanzando solo el decimocuarto puesto hasta después de la primera semifinal en la que dieron el campanazo. La OGAE Poll la situó en su decimoquinto lugar de preferencias para el triunfo, y las casas de apuestas, visionarios ellos, la situaron una vez elegidas todas las canciones en el “honroso” vigesimoquinto lugar, por delante de San Marino, que quedaba en el 26.

Con tan malas expectativas, ¿cómo se convirtieron The Common Linnets en los favoritos de la noche a la mañana? La respuesta es sencilla. Países Bajos en Eurovisión había estado de capa caída desde el inicio del nuevo milenio, y cuando llegaron las semifinales en 2004 solo pasó esa, pero de ahí en fuera ninguna hasta el año pasado, en que Anouk logró tras ocho años anteriores el boleto a la final para su país, consiguiendo además colarse al noveno puesto en la tabla de resultados. Así que este año la presión para The Common Linnets era mayúscula: o conseguían un nuevo y consecutivo pase a la final para Países Bajos, o ratificarían su condición de outsiders regresando a la NPO a la mala racha de la última década. ¿Y qué hacer en este caso? Pues ponerse a trabajar, a probar ideas y encontrar la manera en que una canción cero eurovisiva pudiese resultar atractiva en Copenhague.

Si en el Amsterdam Eurovision in Concert pasaron desapercibidos como una más de las actuaciones de pareja que ya se han visto en años anteriores, para el B&W Hallerne Ilse y Waylon echaron mano de una sencilla puesta en escena, pero más cercana al estilismo cinematográfico que al concurso de canciones europeo, demostrando que no hacen falta grandes alardes técnicos ni escenarios gigantes (de hecho ni se notó) para engrandecer a una canción que por sí misma vale su peso en oro. Un pedestal de micrófono doble, una buena iluminación y una planificaciones de cámaras que le dieron a la actuación holandesa ese toque de qualité que pocas veces se logra en el festival. Ese inicio en plano cenital con las rayas de carretera pasando sobre sus pies fue toda una declaración de intenciones, situándonos en la América profunda que el country folk de grupos como Nashville o The Civil Wars bien ha sabido evocar, y ese plano secuencia de 1:46 min. que más temprano que tarde será imitado, cerrando toda posible distracción al espectador en los alardes técnicos del escenario, demuestra el nivel de planificación por conservar el intimismo y la belleza lírica de la canción, además de la de sus intérpretes, que aguantaron los primeros y primerísimos planos que la realización danesa nos regaló. 

¿El resultado? Un primer lugar para Países Bajos en la Semifinal 1, y un segundo lugar en la gran final de sábado que muchos años se les había escapado, y muchas entradas a los charts europeos con un éxito de ventas impresionante. ¿Lo malo? Que para Waylon el proyecto de The Common Linnets era un compromiso más, en lo que sacaba su próximo disco, y ahora que todo acabó, pues eso, también terminó su vínculo con Ilse echando por tierra lo que bien podría haber sido una exitosa colaboración musical más allá de Copenhague 2014.


Canción: Calm After the Storm (Calma Después de la Tormenta)
Intérprete: The Common Linnets
País: Países Bajos
Lugar obtenido: 2do. Lugar
Puntaje: 238 puntos






AUSTRIA.- Que más se puede decir acerca de esta intérprete -bautizada en el festival como “The Queen of Austria”- que ha saltado a la fama por su particular fisonomía en el escenario y que tantas críticas ha recibido, además de haber conseguido una atención mediática allende los mares donde el festival de la canción jamás –si eso era posible- se había oído mencionar. Así que no haré un análisis extenso del tema con motivos sociopolíticos, y me limitaré a dar mi opinión sobre la candidatura austriaca.

Primero decir que desconocía completamente la existencia de Conchita Wurst, pero ver a hombres con barba caracterizados de mujer no se me hacía tan exagerado ni grotesco, porque en mi país existe un grupo de actores que desde hace un par de años se dedican –con sus propios medios- a realizar una telenovela o serie tragicómica directamente para la web a través de su canal de You Tube. Por consiguiente, ver en papeles femeninos a hombres sin el más mínimo intento de rasurarse o maquillarse los vellos faciales, interpretando sus papeles con seriedad y respeto, a mí y a varios nos había hecho acostumbrarnos a esa imagen. Desconocía sin embargo que en Europa pudiera candidatearse algo así. Por eso, cuando me enteré de que la próxima representante de Austria era un chico con barba disfrazado de mujer, me esperaba una candidatura en plan parodia al estilo drag queen, como la de Verka Serdyuchka, la representante ucraniana que consiguió llegar hasta el segundo puesto en el 2007. Pero no pude estar más equivocado, y me alegro.

Cuando el 18 de marzo se lanzó la canción con la que Conchita competiría en Copenhague, por supuesto que me sonó a tema de John Barry para una película Bond, pero malo, muy malo, o hasta “aburrido”, si se me permite. Y el video, de una cutrez apabullante. Sí, esa fue mi primera impresión. ¿Y saben hasta cuando comenzó a gustarme? Solo tres días después, cuando ella intervino en el show Dancing Stars para interpretar por vez primera su canción en vivo y presentarla a todo su país. Ahí supe algo: Conchita podía cantar, su balada era poderosa, su barba la hacía atractiva, y conjugada con una buena puesta en escena como la presentada ese día, su paso por Eurovisión sería brutal. Desde ese momento, la intérprete pasó de ser la burla en Europa a convertirse en expectativa.

Austria comenzó su carrera en las apuestas de pago en la posición número 13, mientras que los puntajes obtenidos en la OGAE Poll la clasificaron en el cuarto puesto, entre las venidas a menos Israel y Reino Unido. Conchita mientras tanto, se dedicó a pasearse a cuanta presentación eurovisiva se le invitaba, por ejemplo, en el Eurovision in Concert de Amsterdam. Allá donde iba causaba sensación, aunque por supuesto, y eso le sirvió bastante como promoción, recibía las críticas más severas de países como Rusia, Bielorrusia, Georgia y Armenia, que pedían se retirara esa candidatura o un boicot a la transmisión. Las declaraciones honestas (para su forma de pensar), pero políticamente incorrectas del máximo favorito del festival, Aram MP3, en contra de Conchita, solo sirvieron para crear polémica y propulsar a la cantante a las puertas del triunfo eurovisivo.

La comunidad LGTB la tomó como la abanderada de su causa, comenzó a ser apoyada en todo momento por los eurofans y su video en el sitio oficial de Eurovision.tv comenzó a subir en número de reproducciones hasta colocarse en el segundo lugar de los más vistos, casi pisándole los talones al representante armenio, que no olvidemos, fue abucheado en su actuación en el Eurovision in Concert por lo expresado contra Conchita, y aunque hubo un intento de “reconciliación”, las cámaras captaron su desagrado tras ese “abrazo fraternal” que evidenció la falsedad de la intención.

Pero no todas las críticas vinieron de afuera. Recordemos que la designación de Conchita como representante eurovisiva fue interna, así que no es difícil suponer que los responsables de la ORF que la eligieron como candidata por Austria han de haber recibido grandes amenazas de despido por parte de sus superiores, pues en una encuesta publicada en un diario sensacionalista de gran tirada concluyó que el 79 por ciento de los austríacos no estaba orgulloso de su candidata. Y aunque hoy seguramente se habrá aplaudido y recompensado tan valiente decisión por parte de aquel equipo, tuvieron que haber sido días muy tensos y amenazantes en las filas de la ORF.

En los ensayos de cara a la segunda semifinal ya se comenzó a dimensionar lo que Conchita tenía para mostrarle a toda Europa. Había subido peldaños en las casas de apuestas y cubría la séptima posición. Pero había una pregunta generalizada, ¿cómo recibiría el telespectador a la mujer barbuda? ¿Votaría por ella? El público asistente en el B&W Hallerne ovacionó sobremanera a Conchita, y el anuncio de los países que habían conseguido el pase a la final fue de los momentos más cardiacos que se recuerden. Y es que el séptimo, octavo y noveno país anunciado (Malta, Bielorrusia y Finlandia) era, al menos los dos primeros, de los que se esperaba quedaran en semis. De tal modo que cuando solo faltaba un país por anunciarse, aún esperaban sentados Israel, Irlanda y Austria, los tres favoritos para llegar a la actuación del sábado. El público coreaba el nombre de Austria como finalista, y los conductores daneses lo confirmaron: Austria estaba en la final. A Conchita casi le da el infarto, y aunque hasta después de la última gala no se supo, había ganado esa semifinal, la primera en la historia de su país

Tras esa actuación ya no hubo dudas. La chica con barba pelearía por el triunfo. Y si Dana International, transexual para los que no lo sepan, había logrado el triunfo en el festival de 1998, ¿por qué no iba hacer lo mismo Tom Neuwirth, un diseñador de moda y cantante homosexual de 26 años, reinventado a sí mismo en la figura de Conchita Wurst? El segundo lugar en las apuestas de pago minutos antes de comenzar la gala del sábado no era casualidad. La actuación de Conchita estuvo soberbia, al estilo de la mejor Shirley Bassey.

Utilizó un vestido largo, entallado, una peluca bien peinada, unas pestañas larguísimas y maravillosas que en conjunto con la barba le daban expresividad a su rostro, y una iluminación digna de las grandes divas, por no hablar de los magníficos fondos en las leds, con juegos de luces y unas alas de fuego que salieron y se extendieron tras ella en el momento álgido de la canción. La Wurst fue merecedora del triunfo, no por la polémica ni por el aspecto, sino porque fue de las mejores interpretaciones de la noche,  y la puesta en escena tuvo un potencial de victoria desde que se lució en la segunda semifinal. Cantó bien, y no dejó indiferente a nadie. Y como ella dice, «Los comentarios en mi contra no me interesan. No me interesaron antes ni me interesan ahora». Así que larga vida The Queen of Austria.


Canción: Rise like a Phoenix (Ascender como un Fénix)
Intérprete: Conchita Wurst
País: Austria
Lugar obtenido: 1er. Lugar
Puntaje: 290 puntos