domingo, 23 de febrero de 2014

Historias del Oscar... (IV) Sin Novedad en el Frente

Erich Maria Remarque es el seudónimo del escritor alemán Erich Paul Remark (Osnabrück, Alemania, 22 de junio de 1898), quien participó en la Primera Guerra Mundial, y en la cual se inspiró para escribir su máxima obra literaria, Sin Novedad en el Frente, publicada en 1929. En ella describe la crudeza de la guerra desde la perspectiva de un joven soldado de 21 años. Con emotivo lenguaje narra el entrenamiento del soldado alemán, la realidad de la guerra de trincheras en la Primera Guerra Mundial y la verdad de la posguerra. Su adaptación cinematográfica hecha en Hollywood se llevó un merecido Oscar en 1930. ¿Qué factores intervinieron en su triunfo? Pasen y lean…




En 1929, cuando Erich Maria Remarque (1898-1970) apenas contaba con 32 años de edad, su primera novela fue publicada en Alemania con el título de Im Westen nichts Neues, y en pocos días se vendieron 1.500.000 ejemplares, a los que -luego al traducirse a 26 idiomas- se sumarían 600.000 en Inglaterra y 400.000 en Francia. De modo que la adaptación cinematográfica de este best-seller internacional supondría la más grande apuesta que un pequeño Estudio como Universal Pictures estaba destinada a hacer a finales de la década de los 20’s. 






A la producción encabezada por el joven de 22 años Carl Laemmle Jr., muchos le vaticinaban el fracaso bajo el argumento de que al ser una película bélica no tendría mucha acogida comercial, porque no habría canciones (los musicales comenzaban a triunfar ante el descubrimiento del cine sonoro), no era un drama amoroso del tipo Adiós a las Armas (novela también publicada en 1929), por lo tanto no cabría la posibilidad de tener como protagonistas a estrellas del estudio como la pareja romántica de turno, y además, ¿a quién le interesaría ver una película de guerra alemana sin final feliz? (recordemos que Estados Unidos iniciaba con la depresión económica ese mismo año). Pero Laemmle Jr. tenía todo el apoyo de su padre, el jefe de la Universal, Carl Laemmle, y no se dejó influenciar por los malos augurios, así que una vez comprados los derechos de la novela, el estudio dispuso una inversión de $1.25 millones de la época para la realización de la película, que sería dirigida por el estadounidense Lewis Milestone, recientemente oscarizado.


Padre e hijo, Carl Laemmle y Carl Laemmle Jr.

Carl Laemmle Jr., el productor

Carl Laemmle con el escritor alemán Erich Maria Remarque


Lewis Milestone


Lev Milstein fue un director todoterreno nacido en Chisinau, Moldavia, el 30 de septiembre de 1895. Muy joven se trasladó a los Estados Unidos, donde cambió su nombre a Lewis Milestone. Allí trabajó en diferentes oficios hasta el comienzo de la Primera Guerra Mundial, cuando se alistó en el ejército y trabajó como ayudante de dirección en los filmes de entrenamiento de las tropas estadounidenses. A partir de aquí, adquirió una serie de conocimientos que fueron la base para convertirlo en uno de los directores de referencia de la década de 1920 en Hollywood. Cuando acabó la guerra se trasladó a dicha ciudad para incorporarse en la industria del cine. Trabajó en un comienzo como asistente de director, montador y guionista hasta que Darryl F. Zanuck le dio la oportunidad de dirigir su primera película Seven Sinners (1925). Después de este inicio, le seguirían otros títulos como De carbonero a gran señor (The Caveman, 1926) y The New Klondike (1926). Pero su salto a la fama llegaría con Hermanos de Armas (Two Arabian Knights, 1927), película protagonizada por William Boyd, Mary Astor y Louis Wolheim. Esta película le valdría su primer Óscar a la Mejor Dirección de Comedia en la primera ceremonia de la Academia de Hollywood realizada en 1929 (se entregó también una estatuilla para el Mejor Director de Drama). Por lo que ponerlo al frente de la producción más importante y ambiciosa del año, no fue casualidad. Esta además iba a ser la primera película sonora del director, y su primera colaboración con la Universal.


Douglas Fairbanks entrega el Oscar de 
Mejor Director de Comedia a Lewis Milestone

El director leyendo la novela que adaptará al cine


Cuando se anunció el comienzo de la filmación, el papel principal todavía no había sido decidido, y por lo tanto, la Universal presionaba al propio Erich Maria Remarque para que aceptara encarnar en la ficción el papel del joven y sensible protagonista de su obra, “Paul Baumer”, pero el autor se negó terminantemente a actuar y revivir aquellas experiencias en el frente. Milestone, por su parte, trataba de negociar con la United Artists para que le prestara los servicios de Douglas Fairbanks Jr. Mientras tanto, Paul Bern, productor de la MGM, había rogado al director que probase a Lew Ayres, un joven californiano de 20 años que había trabajado con Greta Garbo en la última película muda de ésta, El Beso (The Kiss, Jacques Feyder, 1929). Pero el director, empeñado en conseguir a Fairbanks, no se dejó convencer.



Greta Garbo y Lew Ayres


Sucedió también que -en el inicio de su carrera cinematográfica-, el recién llegado director de teatro George Cukor fue prestado por la Paramount a la Universal Pictures para que ayudara a la producción en la labor de casting. A finales de octubre de 1929, todos los jóvenes emprendedores de Hollywood se presentaron a las pruebas para los diversos papeles sonoros del filme. Ayres consiguió una cita para la prueba, que consistió en dos escenas, una de ellas era un primer plano con soldados que se quejaban de la brutalidad de la guerra. El actor hizo cuanto pudo con aquellas páginas, pero obtuvo la impresión de que no conseguía la menor reacción por parte de Cukor. Sin embargo, su prueba, junto con la de otros varios jóvenes, tuvo lugar el mismo día en que se le confirmó al director que no podía contar con Fairbanks Jr. El desconsolado y desesperado Lewis Milestone, se presentó en el lugar de las pruebas para presenciar algunas de las últimas. Cuando Ayres apareció en pantalla, se animó visiblemente y anunció a Cukor que habían encontrado al protagonista de su historia. Cukor replicó que él no estaba convencido y que desearía proceder de otra prueba. Pero Milestone se empeñó en su actitud y Ayres consiguió el papel, desde luego, el actor supo siempre que ello no se debió a su actuación, por lo que Cukor, tuvo que ceder ante la decisión del jefe, pero estuvo presente durante toda la producción, casi 23 semanas, trabajando principalmente con los actores jóvenes y novatos. Su trabajo consistió en disminuir los dialectos regionales de los actores, para que el público estadounidense pudiera identificarse más grandemente con los personajes. 

Por otra parte, los guionistas fueron George Abbott, Del Andrews y Maxwell Anderson. Además se contrató al californiano Walter Anthony para que escribiera los intertítulos para la versión muda del filme. Los directores artísticos fueron Charles D. Hall y William R. Schimidt. La fotografía estuvo a cargo de Arthur Edeson, que ya había sido considerado para un premio Oscar la ceremonia pasada por su labor en El Viejo Arizona (In Old Arizona, 1928) y volvería a ser nominado por la cinta de Milestone y por Casablanca (Michael Curtiz, 1942). Se sabe que la labor fotográfica requirió el apoyo del famoso austriaco Karl Freund, pero no recibió crédito en pantalla. 


Sesión de trabajo para Sin Novedad en el Frente:
Lewis Milestone, Maxwell Anderson (de pie), 
Del Adnrews y George Cukor (sentados)


El reparto de actores experimentados estuvo integrado principalmente por Louis Wolheim, John Wray, Slim Summerville, Arnold Lucy, Edmund Breese, y Richard Alexnder, entre otros. Incluso intervino de extra un prometedor Fred Zinnemann, próximo director en el séptimo arte, aunque pronto fue despedido por alguna imprudencia. Miembro de una familia de actores, Raymond Griffith, interpretó al soldado moribundo del bando enemigo "Gerard Duvall", y es recordado porque era un actor mudo, ya que de adolescente había perdido su voz a causa de la difteria, solo que en el cine silente esto no le significó ningún problema, pero a la llegada del sonido ya no pudo seguir trabajando, por lo que Sin Novedad en el Frente constituyó su último y más recordado papel. Por otra parte, el elenco juvenil se compuso por Ben Alexander (interpreta a Kemmerick, un amigo de la niñez del protagonista y quien es el primero en morir después de que le amputan una pierna), Scott Kolk (interpreta a Leer, un compañero de clase), Owen Davis (como Peter, otro compañero), Walter Browne Rogers (como Behn), William Bakewell (Albert, a quien también le amputan la pierna) y Russell Gleason (Müller, muere por una herida de estomago).  





Louis Wolheim (1880) era un reputado actor que había participado en varios filmes de Lewis Milestone. Su característica nariz rota fue el resultado de una lesión sufrida jugando fútbol en la Universidad de Cornell. A pesar de sus duras facciones, Wolheim era un hombre muy inteligente y cultivado, hablaba francés, alemán, español y yiddish. También fue profesor de matemáticas en Cornell antes de entrar a trabajar en el cine mudo a partir de 1914. Su físico inmediatamente lo encasilló en papeles de hombres duros, como gangsters, ejecutores, o prisioneros. En el mundo oscaril, fue de los primeros intérpretes en tener participaciones en 8 películas nominadas a diferentes categorías entre los años 1929-1931. Y quizá, si hubiese existido la quiniela de Mejor Actor Secundario, podría haberse llevado perfectamente el galardón por su participación en la cinta de Milestone. No hizo mucha carrera en el cine sonoro, porque lamentablemente después de participar en Sin Novedad en el Frente y Danger Lights (ambas en 1930), falleció de cáncer de estómago en 1931. 




John Wray (1887), por su parte, era ya un consagrado actor de Broadway que había dado el salto al cine sonoro, y que además con su participación en la película que nos ocupa, puso de moda el rol del sádico militar que disfruta haciendo sufrir a los jóvenes soldados que tiene bajo su mando. Un año después, sería uno de los actores que más sonaron para interpretar al mítico conde Drácula en la famosa película de la Universal. Murió en 1940 y también tiene muchas participaciones en películas de trayectoria oscaril.



Lewis Milestone y el director técnico Hans von Morhart 
inspeccionan el uniforme del actor John Wray


En la realización de la película hubo un punto que considerar: el filme estaba planeado para ser mudo, pero debido al éxito creciente del cine sonoro, el estudio prefirió no arriesgarse y, además de la versión silente que tenían planeada, decidieron filmar una versión con sonido, lo cual no sólo se prestaba bien para transmitir el clamor de la guerra, con sus explosiones y disparos, sino que permitiría que la película en versión muda se pudiera proyectar en las salas de ciudades pequeñas que todavía no estaban equipadas con los equipos necesarios. Además, daba la coincidencia de que Universal fue uno de los últimos estudios en hacer la transición al sonido, y muchas de esas salas no equipadas eran de su propiedad. Aunado a todo esto, el director quiso que su película no contara con una partitura musical, para que esta no distrajera al público y se concentrara en la seriedad del tema. Muy a su pesar, sin embargo, algunas salas de cine le añadieron la música de su elección, pues no les era común recibir una película muda o sonora sin ningún tipo de música de fondo.



Nunca las pantallas de Hollywood habían presentado la guerra de manera tan desgarradora, con escenas impensadas para la época. Muertes, amputaciones, la vida en las trincheras, sin ningún factor ni elemento en la trama que pudiera justificar ni mitigar el horror absoluto de la guerra y la destrucción de las almas de quienes se rozan con ella. Por suerte, el estudio no cedió ante las opiniones de algunos analistas de la industria, que decían que los Estados Unidos estaban sumidos en la Gran Depresión, y que el público no tenía ganas de ir al cine a deprimirse aún más. Además, el país no estaba en guerra en ese momento, así que ni siquiera era un tema "de actualidad". 

El único "contratiempo", que hoy parece mínimo, es que los productores habían dado el papel de madre del protagonista a ZaSu Pitts, una reconocida y divertida actriz de comedia. Cuando se realizaron las proyecciones de prueba ante un público, la gente rompía en carcajadas con solo verla, a pesar de que el papel era absolutamente dramático. Por lo cual, la Universal decidió dejar las escenas con Pitts sólo en el trailer de la versión muda y sonora de 1930 (aparecía enferma metida en la cama), y las secuencias se volvieron a filmar con la actriz Beryl Mercer para ambas versiones, si bien existe el rumor de que en algunas copias para versiones europeas se conservó a ZaSu en su personaje. De igual forma, los pósters promocionales que habían salido con su imagen ya no pudieron cambiarse. Aquí les ofrecemos el trailer original donde aparece la actriz, en el minuto 2:46.








En su autobiografía “Candy Hits”, ZaSu Pitts recuerda con tristeza esta anécdota: “Por semanas yo estuve trabajando en Sin Novedad en el Frente, y esperaba con todo mi corazón que ese rol serio pudiera traerme algo nuevo a mi carrera. Si bien había hecho unas pocas escenas de comedia en varias películas, en Avaricia (Greed), Erich von Stroheim me había establecido como una potencial actriz dramática. Entonces llegó la noche del preestreno de Sin Novedad en el Frente, y quedé horrorizada cuando una tonta pequeña comedia, en que yo había interpretado algunas escenas divertidas, precedió (en la función) a esta trágica película de guerra... El público permanecía sentado con aplastante atención cuando en el último desarrollo yo aparecí en la pantalla. Un vendaval de risas me saludó. Al día siguiente el estudio remató una pieza de mi corazón cuando mi rol entero fue dejado fuera de la película. Desalentada, empaqué para irme a casa cuando Hal Roach envío por mí. “ZaSu, tú eres una comediante por naturaleza”, dijo él. “Los bosques están llenos de actrices y actores que pueden emocionar, pero hay pocos que pueden hacer a la audiencia reír. Ahora yo estoy planeando juntarte con Thelma Todd y espero que hagan una serie de desternillantes comedias”, recordó la actriz.





Las escenas iniciales tienen una gran fuerza unida a una cuidada belleza plástica. La acción transcurre en una ciudad alemana al comienzo de la Gran Guerra. En el primer plano de la película un portero abre las puertas de una casa que dan a una calle por la que pasa un desfile militar mientras la gente le aclama. Siguiéndole se llega a una escuela donde un viejo maestro de la Universidad (Arnold Lucy) incita a sus alumnos a participar en esta irreflexiva muestra de patriotismo con el compromiso de ser héroes. Narrada principalmente en un largo plano, mezcla de travelling y grúa, la escena finaliza con los estudiantes cantando con el profesor y decididos a alistarse. 


















Tras un proceso de instrucción con el duro sargento Himmelstoss (John Wray) -muy copiado en películas posteriores-, Paul Baumer y sus compañeros van hacia el campo de batalla llenos de entusiasmo por la aventuras, por los cañones y por el fuego, pero no tardan en entrar en contacto con la dureza de la guerra. Al tiempo, por supuesto, ellos reciben un golpe bajo, emocional y psicológico, encontrando en los horrores de la batalla sólo desilusión y muerte, porque la Guerra es hambre y frío, dolor y locura, pero sobre todo: suciedad. Allí se aprende a matar sí, pero sobretodo se aprende a no cambiarse de ropa en dos meses, a vivir piojoso, a largas extensiones de aburrimiento, de soledad, de desesperación, a comer pan roído por las ratas. Quien sea capaz de aprender esto, de soportar esto y de obedecer; será un excelente soldado: ganará galones, cruces, medallas y disentería, tifus, tuberculosis, y para su propia gloria, la muerte. 
















El muchacho y sus compañeros encuentran la figura paterna con quien compartir sus miedos en el experimentado líder “Katczinsky” (Louis Wolheim), autoasignado de buscar por todos los medios cualquier tipo de comida que puedan llevarse a la boca sus camaradas. 












A través de una compleja escena bien narrada en travellings laterales-, se describe el absurdo de la guerra de trincheras. Los soldados salen de sus posiciones para tomar una cota (avance) y, sin conseguirlo, vuelven a las mismas con considerables bajas. Durante un ataque enemigo, detenido por un duro bombardeo, “Paul” debe refugiarse en el cementerio cercano a una iglesia y esconderse en una tumba para que no le alcancen las bombas. Da un machetazo a un enemigo (Raymond Griffith) y pasa la noche junto al moribundo. Mira las fotos familiares que el otro lleva encima y se arrepiente del daño ejercido, pero ya es demasiado tarde.










En otra escena, después de una cita nocturna con tres campesinas francesas hambrientas, a las que él y otros camaradas conocen mientras se bañan desnudos en el río, “Paul” es herido, pasa una temporada en un hospital y disfruta de unos días de permiso en su ciudad. 













Pero al regresar a casa se encuentra tan endurecido que ya no siente encajar en su antigua vida, por lo que terminará por regresar a su vieja Compañía, incapaz de aceptar la ayuda de su madre que tiene cáncer (Beryl Mercer) y su hermana (Marion Clayton), asqueado de las ostentosas declaraciones de su padre (Edwin Maxwell) y sus amigos al juzgar estrategias de guerra desde una cantina, y las pretensiones de los nuevos alumnos que visita en la escuela para contar la cruel realidad de la guerra, aunque por ello terminan llamándole cobarde. 








Paul se siente fuera de lugar y se da cuenta de que alguien que no ha estado en el frente no puede comprender lo que es vivir allí. El hastío y la desesperanza lo convierten en un hombre demasiado viejo para el combate, pues ya no tiene el ánimo ni la pasión de aquellos nuevos reclutas que marchan hacia la guerra con nuevos sueños de gloria: niños de quince años vestidos de soldados que se encuentra a su regreso. ¿La juventud barnizada, enferma, tronchada en sus ensueños, puede volver al hogar después de que la guerra termine, salir ileso de este laberinto donde se juega a matar para no morir? Paul Baumer lo sabrá.






La cinta se rodó en Universal City e lrving Ranch, con un guión que sigue bastante de cerca la novela original, y terminó costando más de $ 1.200.000 dólares, lo cual era un presupuesto altísimo a comienzos de la década de 1930. Las escenas de combate fueron filmadas en más de 20 acres de un apartado rancho en California. En ellas se aprecian grandes secuencias de masas bordeando los gráficos, aunque no ensangrentados. Las cámaras vigilan largos disparos de multitudes anónimas, indistinguibles soldados disparando, las bayonetas estallando una y otra vez. Hay escenas de pérdida de extremidades y muertes sangrientas que se muestran bastante explícitas, por lo que sin duda Sin Novedad en el Frente es la más violenta película americana de su tiempo. Esto se debe a que el código de producción no entraría en vigor hasta 1934 y también debido a que Universal Pictures consideró el tema lo suficientemente importante como para permitir que la violencia pudiera ser vista.







Se llegó a requerir una cantidad de 2000 extras, siendo una gran parte los expatriados alemanes que habían emigrado a los Estados Unidos durante y después de la guerra. Y es que, para asegurar la autenticidad, Lewis Milestone instruyó al estudio para que averiguara si había algunos veteranos del ejército alemán de la Primera Guerra Mundial viviendo en el área de Los Ángeles, y pudieran así prestar sus auténticos uniformes alemanes, su equipo, etc. Como muchos fueron encontrados, Milestone hizo casting a algunos para el papel de oficiales en la película, mientras que otros intervinieron de extras en las tropas (la escena donde están poniendo cable de comunicación en las trincheras fue liderada por un ex soldado alemán cuyo trabajo durante la guerra consistía en hacer exactamente eso).

La atención de Milestone al detalle, y el deseo de ser tan auténtico como fuera posible era tal, que el Jefe de Inspección Sanitaria del Condado de Orange, California, insistió en que se interrumpiera la producción porque las condiciones sanitarias de las trincheras construidas para la película eran deplorables. Por supuesto, nadie le hizo caso.









Pero no solo el filme es atrevido en cuanto a mostrar el horror de la guerra, sino también gracias a que se realizó antes de la censura impuesta por el código Hays, el filme tiene en momentos puntuales un erotismo y un homoerotismo que no volvería a ser visto en una cinta de estas características hasta muchos años después. Por ejemplo, las escenas que se suceden dentro del campo de entrenamiento militar, donde los chicos aparecen con el torso desnudo, en calzoncillos, haciéndose bromas físicas y hasta hay un beso robado en plan de colegas. Cuando el grupo de reclutas arma un plan para vengarse de los malos tratos de Himmeltoss (John Wray), aprovechando que le han metido la cabeza en un saco y no puede verlos, los jovencitos le bajan los pantalones y le dan una paliza en el trasero que bien resulta sugerente. De igual forma, las escenas en la villa francesa muestran a Paul y el grupo de soldados completamente desnudos bañándose en el lago cercano. La camaradería es tal que, al conocer a las chicas francesas, algunos de ellos les harán una visita nocturna, para lo cual tendrán antes que haber cruzado el lago y presentarse desnudos en sus casas con un único objetivo en mente: satisfacer sus necesidades sexuales, eso sí, a cambio de pan y otros alimentos de forma fálica. Milestone no se corta al mostrar el preludio y el final del íntimo encuentro entre Paul (Lew Ayres) y una de las chicas (Yola d’Avril), algo tan atrevido y a la vez tan natural que no obstante no se pudo volver a mostrar en pantalla.












Habrá que comentar que a Lew Ayres todavía se le nota cierta inexperiencia actoral en el filme. Su actuación es destacada pero en momentos se muestra sobreactuado en algunas escenas o le da un énfasis a sus diálogos distinto a lo que quiere transmitir. Por ejemplo, la escena del hospital cuando consuela a su amigo por haber perdido la pierna izquierda: cuando éste sufre por su desgracia, Ayres eleva la vista al techo y pide a Dios que le dé ánimos y fuerza a su compañero. Hubiese resultado una escena conmovedora de no ser porque el muchacho reza de tal modo (casi recitando las líneas) que parece que se está burlando de la desgracia ajena. 






En otra escena, a mitad de un bombardeo, el actor queda escondido en una zanja con un hombre francés (Raymond Griffith) del ejército contrario al que ha apuñalado de muerte. Mientras las horas pasan y el enemigo agoniza, el personaje de “Paul” entra en desesperación porque ahora conoce el rostro de su víctima, y le atormenta su sufrimiento. Quiere ayudarlo a seguir con vida porque es un ser humano, pero también está consciente que era la vida de él o la suya. En ese monologo donde por un momento le grita que se muera y lo deje en paz, y por el otro trata de ayudarlo, Ayres exagera sus gestos y el discurso no logra ser del todo convincente. 



En la vida real, el intérprete se casaría a los 21 años, el 15 de septiembre de 1931, con la actriz Lola Lane, de la que se divorciaría en febrero de 1933, para luego contraer dos matrimonios más al paso de los años. Moriría mientras dormía en 1996 después de permanecer varios días en coma. Fue nominado al premio de la Academia como Mejor Actor por su interpretación de un compasivo psiquiatra en el multinominado drama Belinda (Johnny Belinda, Jean Negulesco, 1948), filme que contendió en 12 nominaciones en 1949, protagonizado por Jane Wyman, la única interprete galardonada de la cinta.




Lewis Milestone también se dejó ver en su obra: es la mano que aparece al finalizar la película. Este curioso y bello plano lo ruedan en el proceso de edición, al darse cuenta que les faltaba una toma más sensible y efectiva para el final de su protagonista. Como ya no contaban con los actores, Milestone y su operador la ruedan con la luz de los faros de su automóvil y el propio brazo derecho del director (si bien existe el error de continuidad, pues en la toma anterior, Baumer intenta alcanzar la mariposa con su brazo izquierdo).




Cuando se estrenó el filme, George Cukor ostentaba el primer crédito en la pantalla, pero solo como director de diálogo, posteriormente, fue removido. Y en años posteriores, Milestone, se encolerizaba cuando se le mencionaba la contribución de Cukor a su película. La duración original de la misma era de 147 minutos, sin embargo sufrió muchos cortes con el paso de los años, y algunas versiones contenían hasta 90 minutos de metraje. El más reciente videotape de restauración contiene 130 minutos de duración aproximada. Además de los diferentes cortes, sufrió incluso agregados. Por ejemplo, en la versión que se proyectó en 1939, de duración más corta, se incluyó una voz en off que subraya los horrores de la guerra, y se agregó una escena al final en la cual se muestra a miembros del ejército nazi haciendo una quema de libros, entre los cuales se encuentra la novela que dio origen al filme. También hay que mencionar que la cinta fue prohibida en Alemania después que Hitler se levantó en el poder. El día de su estreno, la película fue saboteada por Goebbels y sus colaboradores, que veían en ella propaganda antialemana. Poco antes de proyectarse se soltaron ratones en la platea, bombas fétidas y se gritaron consignas en contra del filme. Posteriormente sería prohibida en Austria y Francia, en donde permaneció en esta condición hasta 1963. En Polonia, sucedió el caso contrario. La Junta de Censura la prohibió por considerarla "pro-alemana". En Estados Unidos fue recortada y reeditada para que pareciera una glorificación heroica con motivo de la guerra de Corea.

Ante todo ello, el prologo de apertura del filme nos advierte: "Este relato no es una acusación ni tampoco una confesión, y mucho menos una aventura, porque la muerte no es una aventura para esos que se encuentran cara a cara con ella. Simplemente trata de hablar de una generación de hombres que, a pesar de haber escapado de las bombas, fueron destruidos por la guerra... "




LA FAVORITA EN LOS PREMIOS OSCAR

Para la tercera ceremonia de entrega de los Premios de la Academia, efectuada el jueves 5 de noviembre de 1930 a las 8:00 p.m., había habido un cambio de reglas para lograr una entrega más limpia. Las candidaturas y los premios ya no fueron decididos por un Panel Central de Jueces (compuesto por cinco integrantes), sino que participaron en el proceso de votación todos los miembros de la Academia con el mismo sistema que subsiste hasta la fecha. Este fue el segundo y último año en la historia de la Academia que las nominaciones múltiples fueron permitidas por categorías individuales, así que los actores podían ser nominados en la misma categoría por interpretaciones en más de un filme. Además, este fue el primer año que los nombres de los ganadores no fueron anunciados con antelación y se develaron hasta el momento mismo de la ceremonia.

Asistentes al banquete de premiación 
en el Salón Fiesta del Hotel Ambassador

Robert Z. Leonard, un veterano del cine, recibía su primera nominación como Mejor Director por La Divorciada (The Divorcée), el vehículo que la MGM diseñó para que Norma Shearer pudiera conseguir el Oscar, que finalmente logró. Por su parte, el texano King Vidor recibía la segunda de sus cinco nominaciones a Mejor Director, compitiendo ahora por dirigir el primer drama musical (de la MGM, producido y escrito por el mismo) en contar con un reparto totalmente plagado de actores negros: Aleluya (Hallelujah!, 1929). Otro veterano del cine, Clarence Brown, recibió doble nominación por sus trabajos con Greta Garbo de protagonista: Anna Christie y Romance, también de la MGM. Y el multinominado musical El Desfile del Amor (The Love Parade) le otorga también su segunda mención en esta categoría a Ernst Lubitsch, al ser esta su primera película sonora. Pero ni el atrevimiento de King Vidor y Robert Z. Leonard, ni los romances de Clarence Brown, ni la opereta de Lubitsch, les trajeron a todos ellos la anhelada estatuilla dorada. El premio de la Academia a Mejor Director fue a parar –por segunda ocasión- a Lewis Milestone, ahora ya no por una de sus comedias, sino por su excelente película de drama: Sin Novedad en el Frente, que no sólo resultó ser la obra maestra de Milestone, sino además todo un hito, con todo el caos y los horrores de la guerra evocados con angustiante ferocidad.






En la categoría de Mejor Película, el filme biográfico Disraeli (Alfred E. Green, Warnes Bros.) sobresalía con tres nominaciones (ganó la de Mejor Actor para el inglés George Arliss); El Presidio (The Big House, Paul Feios, George W. Hill, Cosmopolitan y MGM) competía en 4 apartados (ganó el Mejor Guión para Frances Marion, la primera mujer en conseguirlo, y Mejor Sonido para Douglas Shearer, el hermano de Norma); La Divorciada (Robert Z. Leonard, MGM), también competía en esta quiniela y se colocaba en la ceremonia con 4 nominaciones; El Desfile del Amor (Ernst Lubitsch, Paramount) era la máxima contendiente en la ceremonia al recibir nada menos que 6 nominaciones, aunque no ganó ninguna; y aunque Sin Novedad en el Frente (All Quiet on the Western Front) contendía a 4 estatuillas sin tener a ninguno de sus actores nominado, fue la feliz triunfadora cuando Luis B. Mayer, el responsable de develar la categoría principal, la anunció como ganadora del premio a Mejor Película, la primera cinta de la Universal en conseguirlo, primera además en ser homenajeada tanto en la categoría principal como en la dirección. Era la segunda película bélica en ganar la estatuilla, pero la primera cinta sonora de guerra en hacerlo. Se quedó con las nominaciones infructuosas de Mejor Guión y Mejor Fotografía, pero ganó además el Premio de Cine de la Revista Photoplay a la Mejor Producción en 1931, y el Premio Kinema Junpo de Japón a la Mejor Película Extranjera de ese año.


Carl Laemmle recibe como jefe de los estudios Universal
el premio por la Mejor Película del Año

Días después de la ceremonia, 
Conrad Nagel hace la entrega oficial del Oscar a Laemmle, 
los acompaña el actor Slim Summerville


En 1937 se realizó la secuela de esta película, titulada The Road Back, inspirada en otra novela homónima de Erich Maria Remarque, dirigida esta vez por James Whale (Frankenstein, 1931), y en la que se cuenta la readaptación que los ex combatientes tienen que hacer tras la guerra y el regreso a sus hogares. Del reparto de Sin Novedad en el Frente, el único que repitió su rol fue Slim Summerville, con su papel de “Tjaden”, y el personaje de “Albert” que interpretó William Bakewell, es ahora personificado por Maurice Murphy. Los nuevos protagonistas son en esta ocasión los actores John “Dusty” King y Richard Cromwell. Como la novela en que se basa The Road Back fue prohibida durante el gobierno Nazi, la Universal Pictures fue amenazada por el gobierno alemán con un boicot de todas sus películas a menos que se eliminaran los sentimientos anti Nazi en el guión. Los Laemmle, ex jefes de la Universal, recientemente habían sido derrocados por una adquisición corporativa, así que los nuevos jefes de estudio, temiendo una pérdida financiera, cedieron a la presión y editaron la película antes de estrenarla, para disgusto del director James Whale. Este dejó el estudio después de completar El Beso Revelador (Wives Under Suspicion, 1938), un fracasado remake de su anterior filme Un Beso ante el Espejo (The Kiss Before the Mirror, 1933). Whale regresaría dos años más tarde para dirigir El Templo Perdido (Green Hell), pero nunca volvió a hacer otra película con la Universal después de esa.



Desde entonces, la novela de E.M. Remarque encontraría el remake en 1979, cuando Delbert Mann, el oscarizado director de Marty (1955), realizó para la pantalla chica Sin Novedad en el Frente Occidental (All Quiet on the Western Front), protagonizada por Richard Thomas, Donald Pleasence, Ian Holm, Ernest Borgnine y Patricia Neal. Esta producción ganó el Globo de Oro como Mejor Película para Televisión, y obtuvo 7 nominaciones al Emmy, incluyendo Mejor Telefilm y Mejor Dirección, ganando por el Mejor Montaje. Actualmente, en fase de preproducción, se encuentra una nueva versión de la famosa novela, que según rumores podría ser protagonizada por Daniel Radcliffe, pero aún no hay nada confirmado.




Y un dato menor, pero importante: Existe todavía un miembro del reparto original que sigue con vida en pleno 2014. Se trata de Arthur Gardner, quien en un rol menor interpretó a un estudiante de la clase de “Paul Baumer”, y quien el próximo 7 de junio si Dios lo permite estará llegando a los 104 años de edad. Sus roles como actor de cine fueron muy pocos y como extra la mayoría de las veces, pero se hizo famoso como productor cinematográfico y de televisión, a menudo de westerns o cintas de ciencia ficción de serie B. Sin embargo, puede presumir de haber sido productor de la mítica serie western Valle de Pasiones (The Big Valley), que se mantuvo al aire cuatro temporadas allá entre 1965 y 1969, estelarizada por Richard Long, Lee Majors, Linda Evans, Peter Breck y Barbara Stanwyck.






Sobre el autor, se debe mencionar que en 1932, Remarque abandonó definitivamente Alemania y se instaló en un principio en el cantón del Tesino, Suiza. En 1939 emigró a los Estados Unidos, junto con su primera esposa Ilsa Jeanne Zamboui, con la que se casó y divorció dos veces. Ambos se naturalizaron ciudadanos de Estados Unidos en 1947. Al año siguiente regresó a Europa. Se considera a Erich Maria Remarque como uno de los más famosos enemigos del nazismo. En 1933, obras suyas fueron destruidas durante las quemas públicas de libros que llevaron a cabo los nazis en Alemania entre el 10 de mayo y el 21 de junio. Remarque participó como actor en la película Tiempo de Amar, Tiempo de Morir (A Time to Love and a Time to Die, 1958), realizada por Douglas Sirk sobre una de las novelas del autor alemán, un drama romántico de guerra protagonizada por John Gavin y la actriz suiza Liselotte Pulver. En ella, Remarque hace el papel del “Profr. Pohlmann”. Ese mismo año de 1958 se casó con la actriz de Hollywood Paulette Goddard y permaneció casado hasta su muerte ocurrida el 25 de septiembre de 1970.






Por su parte, habrá que mencionar que Lewis Milestone volvería a obtener una tercera nominación al Oscar en la cuarta edición de los premios, en 1931, esta vez por la famosa comedia Un Gran Reportaje (The Front Page). La carrera del director se extendería hasta 1964, con algunas colaboraciones en series de televisión. Y entre sus películas más recordadas se encontrarán Bajo la Lluvia (Rain, 1932), con Joan Crawford y Walter Huston; Anything Goes (1936), con Bing Crosby y Ethel Merman; El General murió al Amanecer (The General Died at Dawn, 1936), con Gary Cooper y Madeleine Carroll; La Fuerza Bruta (Of Mice and Men, 1939), con Lon Chaney Jr.; la cinta bélica Un Paseo bajo el Sol (A Walk of the Sun, 1945), con Dana Andrews y Richard Conte; El Extraño Amor de Martha Ivers (1946), con Barbara Stanwyck y Van Heflin; Arco de Triunfo (Arch of Triumph, 1948), otra adaptación de una novela de E.M. Remarque, estelarizada por Ingrid Bergman y Charles Boyer; la comedia criminal Ocean’s Eleven (1960), con Frank Sinatra y Dean Martin; y su último filme, el remake de Rebelión a Bordo (Mutiny on the Bounty, 1962), con Marlon Brando y Trevor Howard, y que también sería nominada al Oscar como Mejor Película. Moriría un 25 de septiembre de 1980, cinco días antes de cumplir sus 85 años. A Milestone le gustaba bromear respecto a una petición que le hizo Carl Laemmle Jr. cuando se encontraba en el rodaje de Sin Novedad en el Frente: ante su demanda de un “final feliz” para la película, Milestone lo telefoneo y le dijo “Tengo su final feliz. Dejaremos que los alemanes ganen la guerra”.

La novela cierra un día de octubre de 1918, "en un día tan tranquilo y calmado que el informe del ejército se limitó a una sola frase: Sin novedad en el frente..."