domingo, 13 de noviembre de 2011

Diálogos Inolvidables: La Diligencia


La Diligencia
(Stagecoach, 1939)


Director: John Ford.

Guión: Dudley Nichols, Ben Hecht (sobre el relato “Stage To Lordburg” de Ernest Haycox).

Reparto: John Wayne, Claire Trevor, Thomas Mitchell, John Bancroft, Louise Platt, Andy Devine, John Carradine, Donald Meek, Berton Churchill, Tim Holt.

Premios Oscar: Mejor Actor Secundario (Thomas Mitchell), Mejor Banda Sonora. Nominaciones por Mejor Película, Mejor Director, Mejor Fotografía en Blanco y Negro, Mejor Dirección de Arte y Mejor Edición.




Durante un largo y peligroso viaje en Nuevo México, un variopinto grupo de personajes coincide en una diligencia que atraviesa inhóspitos parajes del oeste más salvaje: Una joven embarazada (Louise Platt) casada con un soldado con el que espera encontrarse; un ex oficial confederado (John Carradine) reconvertido en galante jugador profesional; un banquero (Berton Churchill) corrupto y mezquino; un médico alcohólico (Thomas Mitchell) con hondo desarraigo; una compasiva prostituta (Claire Trevord) a la que han echado del pueblo; un endeble comerciante de licores (Donald Meck) en busca de nuevos mercados; un ex-presidiario fugitivo (John Wayne) que debe vengar una afrenta; un conductor de diligencias (Andy Devine) inseguro y temeroso; y un sheriff (George Brancroft) que custodia al detenido y escolta a los pasajeros. Las relaciones entre ellos serán difíciles y tensas. Además, durante el viaje, tendrán que afrontar el ataque de una partida de indios apaches, liderados por el jefe Jerónimo, por lo que deberán olvidar sus diferencias y defenderse del ataque de los indios cuando una escolta del séptimo de caballería recibe orden de no acompañarles.




Considerada por muchos el mejor -aunque imperfecto- Western de todos los tiempos, esta película que consagró a John Ford como un director respetable, tiene su base en un argumento bien sencillo (el viaje de un grupo de personas en una diligencia y las diversas aventuras que tienen que superar), pero extraordinariamente construido. Ninguno volverá a ser el mismo cuando finalmente la diligencia llega a su destino. La cinta cuenta además con unos bellos exteriores, rodados en el magnífico Monument Valley, donde Ford, se da la circunstancia, rodó algunas de sus películas más memorables y reconocidas. Es una emocionante obra de calidad que incluye un duelo a muerte como mandan los cánones y una espectacular persecución a caballo gracias al formidable trabajo de los especialistas. Todo esto y mucho más se encuentran ya en esta magnífica obra, que ni siquiera es la cúspide en la carrera de su director.









La secuencia que se ha elegido sucede cerca de los 50 minutos de transcurrido el metraje: Los pasajeros de la diligencia se han detenido a pasar la noche en el hostal del posadero Chris (Chris-Pin Martin), y descubriendo que la prejuiciosa Sra. Mallory (Louise Platt) está a punto de dar a luz, un reanimado Dr. Boone (Thomas Mitchell) se propone a asistirla en el parto con ayuda de la otra mujer del grupo, Dallas (Claire Trevor). Después del alumbramiento, la desvalorizada Dallas sale a tomar un poco de aire a la alquería trasera, seguida por un agradecido Ringo Kid (John Wayne), que ignora el verdadero oficio de la dulce y bella mujer.







Ringo: Debería quedarse con los demás, Señorita. Los apaches andan siempre al acecho de un descuido. ¿Va usted de visita a Lordsburg?

Dallas: No, yo… tengo amigos allí y… tal vez encuentre trabajo. Oiga, Ringo, ¿por qué no trata de escapar? ¿Por qué no huye usted?




Ringo: Porque debo ir… a Lordsburg.

Dallas: ¿Para qué? ¿Por qué no pasa ahora la frontera?

Ringo: Mi padre y mi hermano murieron asesinados por los Plumier. Usted no sabe lo que es perder así a unos seres queridos.

Dallas: … Yo los perdí cuando era niña. Hubo una matanza arriba, en las montañas.

Ringo: Eso es muy duro. Sobre todo para una chica.

Dallas: Bueno, una ha de vivir no importa lo que suceda.




Ringo: Sí, es cierto… Mire, Srita. Dallas. Usted no tiene a nadie, ni yo tampoco. Y bueno, puede que me esté haciendo ilusiones pero… la he visto con esa bebe en brazos, la bebe de otra mujer. En fin… bueno, pues aún tengo un rancho al otro lado de la frontera. Es un lugar agradable, bonito de verdad. Con árboles, hierba, agua, y una cabaña a medio construir… Un hombre podría vivir allí… con una mujer. ¿Quiere usted ir?

Dallas: Pero si no me conoce. ¿Qué sabe usted de mí?

Ringo: Sé todo lo que quiero saber… ¿Irá usted?



El director nos regala una película emocionante, intensa, llena de sentimiento, con una historia de amor que se va formando a medida que el viaje avanza entre dos personajes solitarios, dos personas que se sienten marginadas por los errores cometidos en la vida, como son el de John Wayne y el de Claire Trevor, ese presidiario y esa prostituta que deberían ser lo más bajo de la sociedad y resultan mejores que cualquier otro personaje de la película. “Ringo Kid” se enfrentará a sus enemigos en Lordsburg, conocerá el pasado de su interés romántico y decidirá finalmente el rumbo que deberá llevar su vida en el lejano oeste. ¿Entrará a prisión o se aventurará al nuevo amor?




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