lunes, 25 de abril de 2011

Cristales para Mirar...





En Una Eva y Dos Adanes (Some Like it Hot, Billy Wilder, 1959), la bella y dulce Sugar Kane (Marilyn Monroe) le describe a su nueva “amiga” Josephine (Tony Curtis) el prototipo de hombre que busca para casarse y salir de una vez por todas del vacío sentimental en el que se encuentra. Dice quererlo con anteojos, porque “los hombres que usan anteojos son los más gentiles, dulces e indefensos.” Tal descripción, parece ajustarse al escritor estadounidense Arthur Miller, esposo de la Monroe por aquel entonces, y a la postre, el último. Cierto que los hombres con gafas oscuras lucen bien, les dan un aire moderno, cachondo y cool, pero quien le diría que no a un chico lindo con lentes de aumento, no olvidemos que por regla general, los espejuelos hacen parecer inteligente y tierno hasta el más desventurado de los hombres. Les da ese toque intelectual y de sabiduría, que tanto se busca, y además, los hace acaso irresistibles. ¿No lo creen así? Pasean y vean…








































































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