domingo, 30 de mayo de 2010

Gloriosos 80's... (Parte XIII, Final)

Y con este post damos por finalizada esta amplia retrospectiva al cine de los 80's, mes a mes El Edén Sideral ha recordado decenas de películas que marcaron la década cinematográfica por excelencia. Pero justo es decir que si bien hoy llegamos a los 125 titulos reseñados, aún se quedan en el tintero otra centena de filmes de excelente factura, mediana calidad, quizá hasta mala, pero todos totalmente entrañables, porque si algo tienen los 80's es que fueron ¡gloriosos!, más para los que nacimos por ese tiempo, por eso ha valido la pena recordarlos, desempolvarlos, volver a vivirlos. Porque creánmelo, nadie pone nuestros recuerdos en un rincón... tan facilmente. See you later.




Baile Caliente (Dirty Dancing, Emile Ardolino, 1987)

Johnny Castle (Patrick Swayze) es un experto profesor de baile y un amante consumado. Por su parte, Baby Houseman (Jennifer Grey) es una aburrida e inocente adolescente de 17 años. Durante el transcurso de un verano, en un balneario para clases acomodadas, el encuentro entre ambos causará más de un recelo, a causa de sus distintos orígenes sociales. Entre ambos media un abismo pero, cuando la música suena, sus cuerpos se abrazan al ritmo del dirty dancing y todos esos detalles desaparecen de repente...

Dirty Dancing es una película entretenida y divertida de macarrillas románticos de buen corazón, niñas de papá que disfrutan de su primer verano con torsos desnudos y bailes prohibidos, y una banda sonora de escándalo. Tuvo un presupuesto $6 millones y generó por venta de taquillas la cantidad de $213,9 millones, obteniendo un enorme éxito de taquilla en todo el mundo y convirtiéndose en un clásico instantáneo, principalmente debido a que entusiasmó a las adolescentes por su simple combinación de canciones pegadizas, bailes con mucho ritmo y romances prohibidos. La historia de la mojigata y el macarra fue casi un icono cinematográfico para toda una generación. El guión es redondo y guarda entre líneas una fuerte crítica a una sociedad hipócrita y acomodada, a los prejuicios y al derecho al aborto. Todo eso aderezado con las mejores coreografías que poseen el encanto de no parecer coreografías; en esta película la gente baila como le sale del alma, y queda tan natural, que a uno le entran ganas de ponerse a bailar en el salón y que es capaz de emocionarnos con un simple salto. De hecho, es la banda sonora lo mejor del filme: variada en estilos y con grandes hitos de música de baile. No solo el tema principal (ganador de un Oscar y un Globo de Oro a Mejor Canción) “I’ve had the time of my life” (cantada a dúo Jennifer Warnes y Bill Medley), sino también el resto de los temas, como “Hungry Eyes”, “Loverboy”, “Do You Love Me”, o “She’s like the wind” interpretada por el recientemente fallecido Patrick Swayze. El soundtrack alcanzó el número uno de la lista de discos más vendidos en Estados Unidos y ha vendido hasta la fecha 32 millones de copias, siendo disco platino en 11 ocasiones. Es, sin duda, una de las bandas sonoras más exitosas de toda la historia del cine.
















Yentl (Barbra Streisand, 1983)

Lírico y sentimental melodrama musical que revindica el papel de la mujer en tiempos pasados y los derechos de equidad: Yentl (Barbra Streisand), la hija de un rabino (Nehemiah Persoff), inconformista con una sociedad judía que no dejaba estudiar a la mujer, se ve obligada a hacerse pasar por varón para estudiar en una escuela reservada para hombres. En la lectura del Talmud, conocerá al judío Avigdor (Mandy Patinkin), del que terminará enamorada, aunque por obvias razones no puede decirle la verdad de su género, mientras que él se muestra entusiasmado por la bella Hadass (Amy Irvng), quien a su vez, creyéndolo hombre, termina comprometida con Yentl…

La historia original de Isaac Bashevis Singer adaptada a la pantalla por Jack Rosenthal (dramaturgo teatral) y Barbra Streisand, adopta una forma de narrativa cinematográfica brillante, no sólo en cuanto al carácter sociológico de la historia, sino en cuanto a la belleza formal del conjunto. El filme está concebido como una ópera sobre la necesidad del ser humano de conocer y, en definitiva, de ser amado. La delicadeza con la que se tratan los enredos entre los tres personajes principales, es encomiable, así como la sensibilidad que toda la película destila. A nivel técnico es perfecta, con una fotografía de David Watkin (fotografió Memorias de África y supervisó los efectos especiales de ¿Quién Engañó a Roger Rabbit?, entre otras), diseño de vestuarios, recreación de época, localizaciones y dirección de actores casi insuperables. Las canciones están perfectamente relacionadas con la trama de la película, y el personaje principal expresa todo lo que siente y piensa por medio de unos temas maravillosos. Quizá el único inconveniente en todos estos logros sea la misma Streisand como actriz protagonista, pues su edad física es irremediablemente muy superior a la de su personaje, y esa ha sido la crítica constante al filme, porque recordemos que cuando Barbra era una jovencita interpretó en Hello, Dolly! (Gene Kelly, 1969) el papel de una madura cuarentona y los fans de ese musical nunca se lo perdonaron, y ahora se invierte el proceso con Yentl. Pese a ello, Barbra Streisand produce, dirige, canta y actúa... y lo hace bien, considerando que esta fue su película debut en la dirección (aunque muchos dicen que desde siempre mangoneaba todos los proyectos en los que se involucraba). "El mejor debut de un director desde Ciudadano Kane" (Orson Welles, 1941), expresaba el mismo Steven Spielberg. Yentl consiguió el reconocimiento del público por ser la primera película de la historia producida, dirigida, escrita e interpretada por una mujer. Pero en el momento de su estreno, pese a convertirse en un éxito de masas y que la crítica reconoció en muchos apartados, las labores principales de Barbra Streisand quedaron aparte. ¿Por qué? En ambos casos su fama de temperamental y severa pudo jugar en su contra; o tal vez el hecho de ser mujer. O tal vez el mundo competitivo de hoy, y más aún el mundo del espectáculo, no es capaz de aceptar, sin que la envidia inunde las valoraciones, que una sola persona pueda reunir tantas dosis de talento, en tantos apartados, que sea capaz de pergeñar en si misma tantas virtudes artísticas, que tenga una voz prodigiosa, casi inhumana, que sepa cómo mover una cámara, que sea una feroz mujer de negocios, y que también actúe de manera sensible... Yentl obtuvo 5 nominaciones al Oscar: Mejor Dirección de Arte, Mejor Actriz Secundaria (Amy Irving) y dos en la categoría de Mejor Canción, ganando la estatuilla por Mejor Banda Sonora Adaptada (no es la categoría de Mejor Música, sino que se premiaba a todo el soundtrack). Y si alguien todavía se pregunta, por qué en la más reciente entrega del Oscar correspondió a Barbra Streisand entregar el premio de Mejor Dirección a Kathryn Bigelow, la primera mujer en conseguirlo, pues es justamente porque era Barbra quien desde hace muchos años le hubiera tocado recibir tal honor por Yentl o por El Príncipe de las Mareas (The Prince of Tides, 1991), pero la Academia de Hollywood donde imperaba el machismo siempre le negó esta nominación.













¿Quién Engañó a Roger Rabbit? (Who Framed Roger Rabbit, Robert Zemeckis, 1988)

Hollywood, 1947. Eddie Valiant (Bob Hoskins) es un detective alcoholizado y fracasado, que en el pasado se había especializado en resolver casos relacionados con los "Dibus" (personajes de dibujos animados - en el peculiar Los Ángeles de la película los personajes animados conviven con las personas de carne y hueso). Un día es contratado para encontrar pruebas de que Marvin Acme, magnate del negocio de los artículos de broma y dueño de Toontown, está rondando a Jessica Rabbit, mujer fatal, y esposa de la superestrella del Marron Cartoon, Roger Rabbit, un enloquecido conejo blanco. Cuando se descubre el asesinato de Acme, todas las pruebas apuntan a Roger. Entonces el siniestro y ambicioso Juez Doom (Christopher Lloyd) emprende todas las acciones para que el brazo de la ley alcance a Roger. Éste suplica a Valiant, enemigo declarado de los Toons, su ayuda para poder encontrar al verdadero culpable, pero el asunto se irá complicando a medida que Eddie y su chica Dolores (Joanna Cassidy) van descubriendo, escándalo tras escándalo, que la propia existencia de Toontown corre peligro...

Estamos hablando del mejor filme de dibujos animados con seres de carne y hueso. Divertido y disparatado que hará las risas de todo el que la vea. Sin embargo, la producción de ¿Quién Engañó a Roger Rabbit? resultó difícil incluso antes de empezar. Steven Spielberg, que produjo la película, había sido propuesto para dirigirla, pero prefirió hacer El Imperio del Sol (1987). Y conseguir que Warner Bros. permitiera por primera vez el uso de sus Looney Tunes al lado de los personajes clásicos de Disney resultó muy complicado; el acuerdo final contemplaba que tanto Bugs Bunny como el Pato Lucas debían salir en pantalla el mismo tiempo que el Pato Donald y Mickey Mouse. Menos suerte hubo en las negociaciones con Paramount y MGM, por lo que personajes como Popeye, Casper, Félix el gato o Tom y Jerry quedaron al final fuera de la película, a pesar de que aparecían en el guión. La combinación entre animación y acción real resultó extremadamente compleja, por este motivo, a pesar de que la única estrella de su reparto es el actor Bob Hoskins (se había considerado a Clint Eastwood), el presupuesto de la cinta se disparó hasta los 70 millones de dólares. En todo caso, el resultado es francamente brillante. Sin dudas que el punto fuerte es su inventiva y ocurrencia, desde el guión hay mucha imaginación para trazar una historia original combinando toques cómicos con la sucia atmósfera del cine negro, lo cual junto con la impecable factura técnica de los efectos visuales en sus formas, hacen de este filme un referente muy destacado en el arte de la combinación de animación con personajes de carne y hueso, y uno de los mejores filmes de finales de los 80’s. ¿Quién Engañó a Roger Rabbit? se estrenó en Estados Unidos en junio de 1988, y se convirtió un éxito instantáneo, recaudando más de 170 millones de dólares. Además, ganó tres Oscares de los seis a los que estaba nominada (Mejor Edición, Mejores Efectos Visuales, Mejor Edición de Sonido; y un Oscar especial al director de animación del filme, por olvidarse de las diferencias entre Disney y Warner bros. para juntar lo que realmente importa: los dibujos animados). Sin embargo, sus protagonistas, Roger y Jessica Rabbit y Baby Herman, no tuvieron tanta suerte; capturados en medio de una guerra de derechos entre Disney y Amblin, apenas pudieron protagonizar tres cortos animados entre 1989 y 1993: "Tummy Trouble", "Roller Coaster Rabbit" y "Trail Mix-Up". El aspecto de Jessica Rabbit, el dibujo animado más erótico que ha dado el cine, fue tomado de la silueta de Rita Hayworth y el estilo de Lauren Bacall y Verónica Lake, la sensual femme fatal del cine negro de los 40’s; y su voz fue doblada por Kathleen Turner, que a principios de la década estaba en su mejor momento como símbolo sexual. Aunque durante algún tiempo se planteó la posibilidad de rodar una precuela, "Quién Descubrió a Roger Rabbit", el proyecto nunca salió de los despachos. Bob Hoskins dijo que nunca más trabajaría en dibujos animados: "El conejo es un chupacamara y un robaplanos". Por su parte, el director Robert Zemeckis manifestó que le había costado tanto trabajo que si lo llega a saber no habría empezado la película y que nunca haría una segunda parte (y desde luego lo ha cumplido).

















Un pez llamado Wanda / Los enredos de Wanda (A Fish Called Wanda, Charles Crichton, John Cleese, 1988)

Un cuarteto de atracadores planea dar un gran golpe en la joyería Hatton Gardens de Londres. El robo es un éxito pero sólo George (Tom Georgeson), el jefe de la banda, sabe dónde se encuentran las joyas, y está recluido en prisión. Wanda (Jamie Lee Curtis), la única mujer del grupo, comienza a seducir a Archie (John Cleese), el abogado defensor de George, marido fiel y padre ejemplar, con la esperanza de sonsacarle el escondite del botín. El grupo se completa con Otto (Kevin Kline), un siniestro psicópata admirador de Nietzsche, y Ken (Michael Palin), un tartamudo que tiene en su casa una pecera con animales exóticos, entre los cuales siente especial predilección por uno llamado Wanda...

Genial, irreverente y disparatado relato de ladrones. Todo un lío montado a raíz de un robo y su posterior encarcelamiento del líder, da al traste con la ocasión de hacerse ricos a todos, con lo cual tendrán que idear un plan para hacerse con el botín, y librarse de los demás miembros del grupo. Se nota desde los primeros minutos que el guión está a cargo de John Cleese, antiguo miembro del grandísimo grupo cómico británico de Monty Phyton. Pues se deja entrever ese humor tan desgarbado y exagerado, propio del grupo. Pero de los Phyton no sólo encontramos a Cleese, sino también al gran Michael Palin, donde la parte más cómica y divertida del film recae sobre sus hombros, y es que su personaje guarda algunos de los momentos más desternillantes e inolvidables de la cinta. Tampoco hay que olvidar a Jamie Lee Curtis, quien tiene un registro cómico genial. Kevin Kline sorprende por seguir la vertiente cómica de los Monty Phyton, con un personaje de lo más grotesco, exagerado y caricaturesco. Es un personaje camaleónico, a veces agradable, a veces cruel; matón a sueldo y estafador por vicio, y amante de la amante del abogado. Kline fue digno merecedor del Oscar como Actor Secundario por este papel, además la película fue nominada por Mejor Director (Crichton) y Mejor Guión Original (Crichton y Cleese). Todos estos atributos y virtudes hacen que Un Pez Llamado Wanda venga a ser llamada como un clásico de la comedia, toda una obra de culto y de gran relevancia en el cine de los ochenta.













Batman: La Película (Batman, Tim Burton, 1989)

La oscura y peligrosa Ciudad Gótica tan sólo se halla protegida por su corrupto cuerpo de policía. A pesar de los esfuerzos del fiscal del distrito Harvey Dent (Billy Dee Williams) y el comisionado de policía Jim Gordon, la ciudad es cada vez más insegura... hasta que se alza el Señor de la Noche, Batman. Los criminales están aterrorizados con la presencia del hombre murciélago que parece inmortal y que se refugia en las sombras. La reputada jornalista Vicky Vale intentará descubrir el secreto que se oculta tras la capa del hombre murciélago. Sin embargo, la aparición de un peligroso criminal, El Guasón (Jack Nicholson) pondrá en jaque al héroe...

Batman, el popular personaje de DC Cómics creado por Bob Kane veía en 1989 su primera adaptación formal al cine tras una incursión años antes en forma de prolongación de la serie de televisión con actores de carne y hueso. El elegido para acometer tal proyecto fue Tim Burton, el director canadiense que venía de rodar las comedias La Gran Aventura de Pee-Wee (1985) y Beetlejuice (1988), esta última junto a Michael Keaton. El mismo actor se encargó de enfundarse el traje del hombre murciélago, el héroe sin poderes y con un pasado que le atormenta y le hace enfrentarse a un oscuro presente. Fue una decisión aún hoy muy criticada debido a su pobre físico, aunque consigue una interpretación más que correcta del personaje, un super héroe que, dentro de su grandeza, se acerca bastante a la persona humana, por lo que en algunos momentos puede parecer algo soseras. Elegido el protagonista, Burton contrató a un antagonista que acabaría por robar el protagonismo de la película, Jack Nicholson como el histrión y psicópata bromista El Guasón (The Joker). Magnifico el trabajo que realizó, gracias a él convirtió al Joker en el personaje más villano y mejor trabajado de la historia del cine de superhéroes. Jack conjuga a la perfección el humor negro que le caracteriza con esa mente diabólica propia de un loco desquiciado que genera en el público esa mezcla de admiración y a la vez de rechazo hacia el personaje que lo convierte en un personaje tan imprescindible como Batman. Su tono cómico, gamberro, y a la vez despiadado y cruel eclipsa totalmente a un Michael Keaton que, no obstante, también nos ofrece una versión muy acertada del murciélago, aunque sus minutos en pantalla se vean reducidos en pos de su némesis. Por otro lado, la rubia de moda Kim Basinger acompaña a Keaton en un papel a años luz de las actuales chicas de superhéroes. Los veteranos Michael Gough como el leal sirviente "Alfred" y Pat Hingle como comisario "Gordon" aportan su veteranía y buen hacer. Y emulando a "Harvey Dent" (futuro Dos Caras) encontramos a Billy Dee Williams, el popular "Lando Calrissian" de Star Wars. Para quienes no lo sepan, Williams era conocedor del destino que sufriría su personaje en futuras películas, y acordó con la Warner Bros. que llegado el momento sería él quien interpretase al malvado Dos Caras, lo que finalmente no resultó así, cobrando Williams una generosa compensación. Rápidamente quedó claro que la película, sin renunciar a su comercialidad, iba a llevar el sello del director, buscando una imagen más oscura, cercana a lo gótico, y que deliberadamente huía del colorido pop del Batman de Adam West, demasiado infantil e incluso pasado de moda. La acción se desarrolla en una perfectamente concebida Gotham City, una ciudad oscura, lúgubre, gótica como su nombre indica, a la que Burton imprimió su característico sello conformando la mejor representación que se ha hecho de la ciudad en cualquier cinta de Batman. Esto, sumado al diseño del traje del superhéroe y el vestuario y estilo general del filme, le valió un Oscar de la Academia a Mejor Dirección Artística. Además, todo el metraje se acompaña de una vibrante y potente partitura de Danny Elfman, incluyendo canciones de Prince. Y así es como la primera gran película de Tim Burton, criticada en su momento por ser "comercial" y por no seguir el espíritu del comic, es una más que notable y sobre todo personal revisitación de un super héroe. Está considerada por muchos, como una de las mejores adaptaciones llevadas del cómic a la gran pantalla, sin contar que batió récords en taquilla en su tiempo (fue la primera película de la historia en sobrepasar los 100 millones de dólares en sus primeros diez días de exhibición), muy por encima de sus sucesoras. Batman inauguraba así una sucesión de posteriores secuelas sobre Bruce Wayne y su álter-ego.














The End...